¡¡PERO QUE FUERTE!!

Un suplemento de EL MUNDO

DIRECTORIO
10 de Mayo de 2008, número 756
GRAN ANGULAR

Educación y amabilidad

por JOSÉ LUIS DE LA SERNA

SITUACIÓN.

El volumen de agresiones, físicas y de palabra, que están sufriendo los sanitarios por parte de usuarios de la sanidad pública ha llegado a ser de tales proporciones que los fiscales han propuesto procedimientos rápidos para juzgar y castigar tanta violencia carente de sentido. SALUD en su momento se hizo eco de un problema severo y publicó un informe extenso sobre la situación. En cualquier caso, conviene reflexionar sobre cuáles pueden ser algunos de los condicionantes que conducen a estos comportamientos y pedirle a los médicos que traten de evitarlos para disminuir en lo máximo posible uno de los grandes inconvenientes que tiene la práctica de la Medicina en España. Recordemos que, a veces, medidas muy sencillas tienen un importante impacto. Frenar la enorme incidencia de infecciones nosocomiales en los hospitales, por ejemplo, no depende de conseguir mejores y más potentes antibióticos sino de que todos los que transitan por una institución sanitaria se laven las manos con frecuencia mientras están en ella. Frenar la violencia contra los sanitarios depende, en gran medida, de ellos mismos.

CORRECCIÓN.

Es verdad que hay mucho energúmeno dispuesto a exigir lo inexigible y que cree, además, que todo lo puede conseguir por la fuerza. También es verdad que hay médicos que olvidan que la relación con sus pacientes y con los familiares requiere permanentemente máxima cortesía, paciencia y profesionalidad. Un comentario de esta misma semana en el 'The New England Journal of Medicine' puntualiza que la Medicina, amén de basarse en la evidencia, debería hacerlo también en la buena educación. Presentarse, sonreír, intentar comprender a los pacientes y su estado de ánimo y procurar que entiendan las explicaciones. Utilizar la empatía y la inteligencia emocional podría limar mucha aspereza inútil. Puede que el televisivo Dr. House sepa mucho pero su carácter le hace insoportable. Es un mal médico.
jlserna@elmundo.es

UFFFFFFFF!!!!.... ESTO DEBE SER PARA TODOS Y PARA CON TODOS, ¿NO?