Quizás el problema más importante al que se enfrenta el Complejo Hospitalario de Toledo es la falta de enfermeras. Los delegados del Sindicato de Enfermería de Toledo han realizado un estudio de la sanidad en la provincia durante el año 2007 y han elaborado un documento que han denominado PLAN DE NECESIDADES en el que se acredita que la falta es de 350 enfermeras.
A pesar de tener numerosos servicios y unidades de referencia, en el Hospital Virgen de la Salud faltan, según los índices mas favorables, 295 ATS/DUE. Estos números se han acreditado al comparar los datos sanitarios publicados por el Servicio se Salud de Castilla-La Mancha, SESCAM, y la población asignada por el Instituto Nacional de Estadística, con las plantillas de enfermeras de los hospitales y areas de salud de Castilla-La Mancha.
La escasez de plantilla, la desproporción de las cargas de trabajo, el exceso de fines de semana sin libranza, la prolongación de la jornada diaria por encima de las horas establecidas, las dificultades para el disfrute de los días de libre disposición, hace urgente un replanteamiento de la realidad de la enfermería toledana.
No olvidemos que esta escasez de recursos humanos provoca estrés, ansiedad, depresión, insatisfacción y siniestralidad, porque la falta de enfermeras puede llevar a situaciones peligrosas de déficit de atención y situaciones de riesgo para el paciente y para el profesional que hace los cuidados.
Esta problemática se ha evidenciado en la encuesta de opinión que se ha realizado a los profesionales de la provincia de Toledo, pues según el 90% de los 514 encuestados, el principal problema de la sanidad es la falta de enfermeras, y para el 55% la sobrecarga asistencial es el primer riesgo para la salud de los enfermeros.
Lo que queremos es que se incremente el número de enfermeras, no por capricho, sino porque el déficit es exagerado. Con ello se podrá cuidar a los pacientes en mejores condiciones, habrá formación al alcance de todos y se podrán fomentar grupos de trabajo para investigar.
Así mismo, es necesario que se establezca un protocolo para que el personal enfermero disponga de sus permisos reglamentarios y de que se facilite la conciliación de la vida laboral con la vida personal y familiar. Y, sobretodo, y como pieza fundamental del sistema, poder cuidar al paciente de una manera integral, desde una perspectiva biopsicosocial y hacer confluir en un mismo ámbito enfermeras docentes, investigadoras, asistenciales y gestoras, ofreciendo a los ciudadanos una asistencia sanitaria de calidad.
Así, habremos conseguido lo que ha evidenciado un estudio de investigación americano, que cada aumento del 10% en el porcentaje de enfermeras contratadas se asocia a una disminución de la mortalidad en un 5%.
La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha y el SESCAM tienen en sus manos la solución.
SATSE elabora una encuesta de opinión entre enfermeros de la provincia de Toledo.
El 90% de los encuestados consideran la falta de enfermería el principal problema de los hospitales toledanos
Más del 80% se sienten discriminados por el SESCAM frente a otros profesionales y el 55% ven en la sobrecarga asistencial el mayor riesgo para su salud.
Los delegados de SATSE-Toledo han realizado una encuesta entre profesionales de enfermería de la provincia para conocer las inquietudes y reivindicaciones del colectivo enfermero y profundizar en algunos aspectos relativos a la profesión.
De este estudio se desprende que, según el 90% de los encuestados, el principal problema de la sanidad toledana es la falta de recursos materiales y, sobre todo, humanos. El 55,17% considera que la sobrecarga asistencial provocada por esta falta de personal supone también el mayor riesgo para su salud. Por eso, la inmensa mayoría de los profesionales preguntados consideran necesario el aumento de las plantillas para mejorar la asistencia sanitaria y compensar el estrés que sufren. Por otro lado, la falta de compromiso del Servicio de Salud de Castilla-La mancha provoca que el 80,66% de los enfermeros encuestados se sientan marginados con respecto a otros colectivos.
Otro de los temas pendientes es la mejora de la organización del sistema sanitario. El 67,97% de los encuestados piensa que la elección de los puestos de dirección debe cambiar y el 73,73% considera la libre designación un mal método. El 54,95% pide, además, que se profesionalicen los cargos y que sean asignados por un concurso de méritos. Cerca del 38% de los encuestados apunta a la elección democrática entre los profesionales.
Principales reivindicaciones.
Sin duda, la principal petición por parte de los profesionales de enfermería es el aumento de las plantillas, pero existen muchas otras, como la exención de noches a los 55 años o la jubilación anticipada a los 60 años. Mejorarían también sus condiciones laborales si se tomasen otras medidas, como la retribución de la noche de festivo, la elección de los días de libre disposición, la disponibilidad de guarderías y el reconocimiento del solape. Entre sus principales reivindicaciones está también la regulación de las visitas. El objetivo es que los enfermeros puedan realizar su trabajo en las mejores condiciones y que, a su vez, presten la mejor asistencia posible a sus pacientes.
El personal de enfermería considera bastante penoso su trabajo por la dificultad de conciliar su vida laboral y familiar y por la sobrecarga asistencial que sufren. El 80% de los encuestados considera que la noche es el turno más duro. Además, casi la mitad de los encuestados (el 47%) ha sufrido alguna agresión física o verbal por parte de algún paciente o de sus familiares. Por otro lado, el 78% de los profesionales dedican entre diez y veinte minutos diarios fuera de su jornada laboral para el cambio de turno.
La encuesta se ha realizado entre 504 profesionales de Enfermería distribuidos entre los siguientes centros: Complejo Hospitalario de Toledo (221), Hospital Nacional de Parapléjicos (72), Hospital Nuestra Señora del Prado, de Talavera de la Reina (113), y otros centros de Atención Primaria (98).
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