3/21/2008

Necesitamos traductores...


De ce ati venit la sala noastra de consultatii? Ce boli aveti? Aveti alergie la anumite medicamente? Son tres preguntas sencillas: ¿Por qué ha venido a nuestra consulta? ¿Qué enfermedades tiene? ¿Sufre alergia a algún medicamento? Tres cuestiones que podrían llegar a salvar la vida a un paciente rumano que necesite ser atendido por algún facultativo español. Si ambos se pueden entender...

Comenzaron a notar la necesidad hace unos 10 ó 15 años, a medida que fue aumentando el flujo de población inmigrante en España, pero a día de hoy los hospitales españoles van remediando los problemas lingüísticos que surgen con la población extranjera recurriendo a traductores, con paciencia y, a menudo, una buena dosis de imaginación por ambas partes.

"Al principio se paliaba el problema con el inglés o el francés que podíamos dominar más o menos aquí", explica Rosa Gómez de Merodio, coordinadora de calidad del Hospital Niño Jesús de Madrid, "pero a medida que el origen de la inmigración se ha ido diversificando, esto ya no es suficiente".

La mayoría de los centros sanitarios soluciona el problema con la ayuda de asociaciones y ONGs, que disponen de traductores no jurados que se trasladan hasta allí a petición de los propios médicos. Aunque este sistema gratuito tiene el inconveniente de que no suele ser inmediato y a menudo hay que esperar al día siguiente.

'Al principio se paliaba el problema con el inglés o el francés que podíamos dominar aquí'

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"En caso de urgencia también podemos desplazarnos inmediatamente o incluso traducir por teléfono, aunque no es lo más aconsejable", explica Mariam Bejouki, secretaria general de Atime, y que comenzó en la asociación en 1998 precisamente como intérprete no jurada. "Recuerdo perfectamente un día que yo tenía que asistir a un hombre que había sufrido un apuñalamiento, pero me encontraba un poco mareada porque acumulaba ya tres servicios seguidos. ¡Y cuando vi la herida, el médico acabó atendiéndonos a los dos!".

Por su experiencia, sabe que su presencia en la consulta es muy bien recibida por ambas partes, "cuando los pacientes oyen 'asalamu alaikum' [hola, en árabe] en la consulta les cambia la cara. Sienten una gran alegría al ver a alguien que les entiende, y aprovechan para contarte todo su historial clínico. 'Dile al médico esto, y que he tenido aquello'...".

Por teléfono
Los hijos no son los interlocutores más apropiados, aunque a veces ejerzan de improvisados traductores

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En el área del Campo de Gibraltar, un dispositivo de traducción simultánea mediante dos auriculares permite a médico y paciente hablar en tiempo real con un intérprete situado al otro lado de la línea. En árabe, inglés, francés, alemán y rumano, este medio de comunicación para no hispanohablantes está ya implantado en algunos centros de salud y en los hospitales Punta de Europa de Algeciras y el Puerta del Mar, de Cádiz. Sólo en 2006, estos dos centros comarcales atendieron 418 urgencias de ciudadanos extranjeros.

Algo parecido existe en Cataluña, 'Sanitat respon' (sanidad responde). Se trata de un número de teléfono al que pueden llamar los sanitarios desde su consulta durante las 24 horas del día y que les pone en línea con un servicio de traductores en varias lenguas. El sistema ha pasado de atender 563 llamadas en el año 2002 a más de 2.000 en 2007.

En este Babel hospitalario también hay quien detecta diferencias entre nacionalidades y entre sexos. "Las mujeres marroquíes, por ejemplo, utilizan mucho el sistema sanitario, tanto para ellas como para sus hijos", señala Leta, una de las trabajadoras sociales del Hospital de Alcorcón (en Madrid).

A veces, cuando van al médico acompañadas por sus hijos pequeños y adolescentes, son ellos los que ejercen como intérpretes improvisados de español para sus madres, pero los trabajadores sociales recuerdan que no son el interlocutor más apropiado. Por su edad, porque no dominan los términos médicos o porque pueden tener que enterarse de malas noticias sin estar preparados para ello. "Un traductor profesional es neutral", recuerda Bejouki.

Por escrito
Entenderse es especialmente importante en el caso de situaciones graves, que requieren mucha precisión. Por eso, el Hospital del Niño Jesús de Madrid, ha firmado un convenio con la Universidad de Alcalá de Henares para que intérpretes titulados traduzcan al inglés, al francés y al rumano hasta 30 documentos y consentimientos informados que los pacientes tienen que firman antes de hacerse cualquier intervención, o que les indican las pautas que deben seguir en casa.

Porque también es importante que los inmigrantes salgan del hospital teniendo claro qué cuidados necesitan en su casa, cómo debe ser el posoperatorio, si requieren alguna dieta especial, cual la dosis exacta de su medicación o la de sus hijos... Con esta idea en la cabeza, el servicio de Hematología del Hospital La Paz ha elaborado una guía de traducción para extranjeros con trastornos de la coagulación.

"Las coagulopatías suelen ser problemas muy aparatosos. Los pacientes llegan muy angustiados por la hemorragia y nos dimos cuenta de que no siempre nos entendían", explica una de las hematólogas, Teresa Álvarez Román. De esa necesidad ha nacido un cuaderno en ocho idiomas (francés, inglés, alemán, chino, italiano, árabe, rumano y ruso), pensado para que los afectados señalen una respuesta en una lista de preguntas sencillas, pero que pueden orientar a los especialistas sobre el origen del trastorno: ¿Tiene antecedentes de sangrado? ¿Le han transfundido sangre alguna vez? ¿Qué tipo de hemofilia tiene?

Cuestión de integración
"Los inmigrantes que están integrados en la comunidad casi siempre tienen un familiar que hable español", explica Elena, trabajadora social en la Clínica Puerta de Hierro de Madrid, "pero en los casos de indigencia o aislamiento nuestra labor se complica".

Muy diferente es el perfil de los extranjeros que acuden a la sanidad valenciana y a los que alumnos de un curso de mediación intercultural de la Universidad Jaume I de Castellón ayudan a entender el español. En esta región se atendió en 2006 a 30.058 pacientes extranjeros, lo que supone un 9% del total de asistencias; en su mayor parte alemanes y británicos.

"Se trata de una figura muy necesaria, pero no reconocida, no existe contratación oficial en los hospitales", critica Dora Sales, directora de este curso de posgrado.

"Estábamos en una salita, con nuestra bata blanca y un busca en el bolsillo esperando que algún servicio del hospital requiriese nuestros servicios", cuenta a elmundo.es Mohamed Benzagur, que hizo el curso hace algunos años. Así que cuando el busca sonó por primera vez él se sintió "como uno de los hombres de Harrison".

El problema estaba en la Maternidad, donde dos enfermeras le dijeron que una compatriota marroquí debía irse porque ya le habían dado el alta. Al hablar con la mujer, Mohamed descubrió que llevaba en España sólo dos meses y ni siquiera podía recordar en qué pueblo de la comarca vivía. "Su marido la había llevado al hospital a dar a luz y le dijo que volvería a por ella en un par de días porque tenía que trabajar. Ella no tenía ningún teléfono donde localizarle y tampoco sabía cómo decirles a las enfermeras si al menos se podía quedar a esperarle en el vestíbulo del hospital".

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