http://www.neumomadrid.org/images/upload/Monogr%20VMNI.pdf
La ventilación mecánica no invasiva, al
igual que la ventilación mecánica convencional,
persigue incrementar el cambio cíclico
de volumen de aire alveolar que se produce
con los movimientos respiratorios y que constituye
la ventilación. Este soporte ventilatorio
se consigue mediante el uso de generadores
externos de presión que van a modificar los
gradientes fisiológicamente responsables del
flujo aéreo entre alveolo y boca, pudiendo llevarse
a cabo, bien con la aplicación de una
presión subatmosférica en la superficie externa
del tórax (ventilación con presión negativa)
o bien creando una presión supraatmosférica
a nivel del extremo proximal, abierto,
de la vía aérea (ventilación con presión positiva).
Aunque el incremento de la ventilación que
se obtiene con la ventilación mecánica consigue
mejorar el intercambio gaseoso, fundamentalmente
la hipercapnia, no está exenta de
efectos secundarios potencialmente nocivos. A
nivel pulmonar pueden acentuarse las alteraciones
de la relación ventilación/perfusión, comprometiendo
la oxigenación. Además, los cambios
de presión intratorácica interaccionan con
la dinámica cardiovascular, incrementando la
precarga (ventilación con presión negativa) o
disminuyendo el retorno venoso (ventilación
con presión positiva) lo que, eventualmente,
puede reducir el gasto cardiaco.
Estos efectos deletéreos tienen escasa o
nula repercusión en la práctica clínica y la
VMNI es un procedimiento de tratamiento eficaz
en la insuficiencia respiratoria, no sólo en
la aguda, sino también en la crónica. Además
de corregir las alteraciones del intercambio
gaseoso, su utilización disminuye el trabajo de
la respiración, pudiendo mejorar la fuerza de
los músculos respiratorios y recuperar la sensibilidad
de los centros respiratorios.
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