Clasificación etiopatogénica del Ictus
Los ictus isquémicos se clasifican según su mecanismo causal en: Aterotrombóticos, Embolia cardiogénica, enfermedad oclusiva de pequeño vaso arterial e infarto cerebral de causa inhabitual, los cuales veremos a continuación:
Aterotrombóticos
Se debe a una complicación trombótica de la ateroesclerosis de una arteria intracraneal o extracraneal (generalmente la bifurcación carotídea).Origina infartos de tamaño medio o grande.
Para su diagnóstico es necesaria la existencia de aterosclerosis clínicamente generalizada (cardiopatía isquémica o enfermedad vascular periférica) o la demostración de oclusión o estenosis (>50%, ó <50% pero con dos o más factores de riesgo cardiovasculares) de las arterias extracraneales o de una arteria intracraneal de gran calibre (arteria cerebral media, cerebral anterior, cerebral posterior o vertebrobasilar) correspondiente al déficit.
Los factores de riesgo cardiovasculares a considerar son: edad mayor de 50 años, HTA, tabaquismo, DM e hipercolesterolemia.
Embolia cardiogénica o arterio-arterial
Ocasiona infartos de tamaño medio o grande. Originan un déficit neurológico brusco, generalmente máximo desde el comienzo, en ocasiones precedido por una disminución transitoria del nivel de conciencia.
Se sospecha etiología cardioembólica cuando: (¡conoce las causas aquí!)
Las embolias arterio-arteriales pueden originarse a partir de una enfermedad ateromatosa de los grandes vasos, incluyendo el cayado aórtico, de una disección de la arteria carótida o vertebral o de un aneurisma cerebral no roto.
Enfermedad oclusiva de pequeño vaso arterial (infarto lacunar)
Se trata de un infarto de pequeño tamaño (menor de 15 mm de diámetro) en el territorio de una arteria perforante cerebral.
La causa más importante es la microangiopatía por HTA, aunque se reconocen otras causas menos frecuentes como son el origen embólico, arteriopatías inflamatorias y no inflamatorias, tóxicos, etc. Por orden de frecuencia se localizan en el putamen, base pontina, tálamo, brazo posterior de la cápsula interna y núcleo caudado.
Infarto cerebral de causa inhabitual
Son relativamente más comunes en niños y adultos jóvenes (hasta un 30%). Entre estos trastornos cabe mencionar las disecciones vasculares craneocervicales.
La disección de la arteria carótida es una de las vasculopatías no arterioescleróticas que más frecuentemente causan Ictus en adultos jóvenes.
Se produce por rotura de la íntima del vaso, sobre todo en los segmentos extracraneales de la arteria carótida interna (ACI). De causa espontánea, traumática o relacionada con enfermedades tan diversas como la displasia fibromuscular o la neurofibromatosis, se presenta clínicamente por la tríada (sólo en un tercio de los casos) de síndrome de Horner, carotidinia o dolor hemicraneal, y foca- lidad neurológica cerebral o retiniana (frecuentemente causada por embolias de trombos formados en la pared disecada).
En las disecciones de la arteria vertebral el dolor se localiza en la parte posterior del cuello. Hay que tener presente la posibilidad de afectación simultánea de varios vasos (10%-20% de los casos).
Infarto cerebral de origen indeterminado
Se deben diferenciar los siguientes casos:
los verdaderamente criptogenéticos, que son aquellos en los que tras un exhaustivo estudio diagnóstico han sido descartados los subtipos aterotrombótico, embólico, lacunar, y de causa inhabitual de aquellos en los que coexiste más de una posible etiología y de aquellos en los que el estudio ha sido inadecuado y/o insuficiente (que en algunas series suponen el 30% de los casos).
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