Masaje cardíaco
La asfixia produce hipoxia tisular, vasoconstricción periférica,
acidosis, disminución de la contractilidad del
miocardio, bradicardia y parada cardíaca. La adecuada
ventilación y oxigenación previene en la mayor parte de
los casos esta situación.
Indicaciones
Iniciar masaje cardíaco si después de 30 s de ventilar
al niño con presión positiva:
– La frecuencia cardíaca es inferior a 60 lat./min.
– La mejor técnica consiste en colocar los pulgares en
el tercio inferior del esternón, justo por debajo de la línea
media intermamilar, y el resto de los dedos abrazando
el tórax. El masaje cardíaco también se puede efectuar
comprimiendo el tercio inferior del esternón con los dedos
medio y anular.
– Cada compresión debe alcanzar una profundidad de
un tercio del tórax. Debe ser suave y durar al menos la mitad
del ciclo compresión/relajación. Los dedos no deben
separarse del esternón durante la fase de relajación pero
deben permitir que la pared costal vuelva a su posición
inicial.
– El ritmo de compresión/ventilación debe ser 3/1. Tres
compresiones seguidas de una ventilación. Para obtener
el ritmo de 90 compresiones y 30 resp./min se deben realizar
las 3 compresiones en 1,5 s. Dejando 0,5 s para la
ventilación.
– El pulso debe ser comprobado cada 30 s, mientras
dure la reanimación. El masaje debe mantenerse hasta
que la frecuencia cardíaca del recién nacido sea mayor de
60 lat./min.
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