Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro.
SANTIAGO RAMÓN Y CAJAL
Aunque la mayoría de las personas coinciden en reconocer la importancia
que hoy en día la Productividad juega en nuestras vidas, no son
tantos quienes toman el camino de perseguirla y adoptar las medidas y
los hábitos necesarios para alcanzarla. El ritmo frenético de la sociedad
que nos ha tocado vivir, la variedad y multitud de actividades que tenemos
que afrontar, los niveles de exigencia a los que estamos sometidos
en nuestro trabajo, los estímulos y distracciones que nos ha traído
Internet y por encima de todo nuestra pésima o inexistente Gestión
Personal, hacen que vivamos con la desagradable sensación de ir a todas
partes con la «lengua afuera».
Cada vez hay más tareas que gestionar, más proyectos que acometer,
«echamos más horas» en la oficina, hemos de cumplir con nuestros
compromisos sociales, sufrimos más estrés, apenas tenemos tiempo libre,
tenemos que organizar las tareas del hogar, las distracciones nos
atacan continuamente, nos desgastamos más pero la eficacia y calidad
de nuestra vida no mejora y no sacamos lo mejor de nosotros mismos.
La Gestión Personal es un verdadero desafío y hoy en día es muy habitual
pensar que «no nos llegan las horas del día» y que realmente
«necesitaríamos un día de 25 horas».
De ello culpamos equivocadamente al ritmo que nos demandan
otros, a nuestra apretada agenda diaria, al entorno que nos rodea o
que nos ha tocado vivir, a las imposiciones de nuestro trabajo y al modo
con el que gestionamos nuestro tiempo, cuando realmente las causas
de nuestra improductividad están dentro de nosotros. El principal
motivo de nuestra ruina productiva se halla en la mala administración
de nosotros mismos. Carecemos de Gestión Personal.
Una vez que destapas el verdadero potencial de la Productividad,
cuando constatas los sorprendentes beneficios reales que transmite a tu
vida diaria, te formulas —yo lo hice— la siguiente pregunta: «¿Cómo
es posible que haya estado viviendo y trabajando tantos años sin esto?
». Es una sensación agridulce. Por un lado sientes como si alguien
te hubiera quitado una venda de los ojos para descubrir un tesoro de
incalculable valor; y por otro no paras de hacerte esa pregunta con
tintes de lamentación: «¿Cómo he podido vivir tantos años sin esto?».
Cuando modificas tu conducta y alcanzas un estado de bienestar
productivo, esto es, eliminas ciertos malos hábitos de tu vida diaria y
los sustituyes por otros nuevos y beneficiosos, te preguntas también
por qué no se enseña esto en los colegios, en las universidades... incluso
en nuestro propio entorno familiar. Desde temprana edad educadores
y familiares invierten miles de horas en inculcarnos unos valores y
una educación muy valiosa y privilegiada. Pero en ese complejo puzle
que se va completando a lo largo de los años falta una pieza esencial,
clave, sin la que el resto de cosas sencillamente no funcionan: no nos
enseñan a gestionarnos a nosotros mismos.
Actuar con iniciativa y determinación, organizarnos de forma inteligente
anulando el estrés, concentrarnos en lo verdaderamente importante
eliminando lo irrelevante, ejecutar y hacer con pequeños pero
firmes pasos, realizar con éxito el aluvión de tareas diarias, eliminar las
distracciones y pérdidas de tiempo o despejar el camino para crear
ideas originales, son virtudes que deberían fomentarse desde pequeños.
Porque de nada sirve el mejor profesional del mundo, con una
dilatada formación y los más avanzados medios a su alcance si su vida
laboral y personal se traduce día a día en un caos organizativo con niveles
de Productividad rozando lo inadmisible.
Eso, que nos falta y que realmente necesitamos con urgencia, es
precisamente lo que hace que todo lo demás funcione. Y se llama Productividad
Gestiona mejor tu vida
ISBN: 978-84-92654-15-4
Autor: Alberto Pena
Precio: 20.00 euros
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