No entraremos en valorar la situación económica actual, o el aumento del desempleo, así están las cosas, y como las crisis no sólo nos complican la vida, también nos traen oportunidades y nos mantienen activos, vamos a hacer algo para salir de ésta. Como bien define Manuel Rodríguez Saldívar, en su artículo Proactividad en tiempos de crisis: “La proactividad no significa sólo tomar la iniciativa. Significa que somos responsables de nuestra propia vida. Significa que tenemos la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan”.
Así que en este punto en que el trabajo no está en su mejor momento, y sabiendo que tenemos la responsabilidad para que esa situación pueda mejorar, os daremos 5 motivos para utilizar la formación como una herramienta para hacer “que las cosas sucedan”:
1. Ser mejor competidor.
Como dice el Diario de Navarra: “En épocas de crisis sólo los más fuertes salen adelante. Y esa fortaleza, ese valor añadido, puede lograrse a través de la formación.”
Y es que habréis oído seguramente más de una vez aquello de que aumentar la empleabilidad pasa necesariamente por la formación. Eso supone mejorar uno mismo, y hacerlo también respecto a la competencia a la que nos enfrentamos para poder en la medida de lo posible mantener nuestro trabajo por convertirnos en un valor seguro para nuestra empresa, o en caso de estar en desempleo , ser el mejor candidato para un puesto de trabajo.
Sucede además, que lo que aprendas gracias la formación, ese saber hacer, el conocimiento y la experiencia que adquieras no sólo no te lo pueden arrebatar, además es lo más valioso que tienes. Y viviendo en esta era del conocimiento y la información, quien más vale es quien más conocimientos y habilidades tiene. Esto me ha recordar una historia:
El dueño de una fábrica estaba sumamente preocupado porque su principal máquina, la que hacía posible la producción se había averiado y tenía al personal de brazos cruzados, con las consecuentes pérdidas que estaba generando.
Angustiado buscó a un mecánico experto que pudiera arreglar la máquina.
El día que acudió el mecánico tardó 5 minutos en apretar un simple tornillo que formaba parte del engranaje
El dueño de la fábrica pasmado, pero satisfecho agradeció la labor al mecánico y le pidió la factura de sus honorarios
-Bien, la factura asciende a 3000€ caballero. Dijo el mecánico
-¿Cómo? Si solo ha apretado un tornillo y tan solo ha empleado 5 minutos en ello… su precio es abusivo. -Contestó indignado el dueño de la fábrica.
-Bueno, verá, la clave no está en que he apretado un tornillo, sino en que sé cual apretar para que su fábrica no permanezca parada.
2. Ampliar currículum
Si te has quedado en paro, tienes todo el tiempo del mundo para hacer todo lo que te habías planteado hacer y para lo que no tenías tiempo, y una de esas cosas (a parte de otras muchas) es rellenar algún hueco en el curriculum.
Tanto si te habías planteado especializarte, aprender idiomas o incluso cambiar de oficio, ahora es el momento; tienes tiempo y por estar desempleado tienes acceso a oferta más asequible y gratuita incluso.
A fin de cuentas, estar en paro no significa estar parado… tu trabajo actual consiste en buscar un nuevo trabajo y para eso te será muy útil engrosar un poco más tu curriculum y aprender nuevas cosas útiles para tu desempeño laboral.
3. Puedes hacerlo gratis
Desde los cursos que ofrece el INEM si es que estás desempleado, a los que se ofrecen bajo la financiación de la Fundación Tripartita si es que estás trabajando por cuenta ajena, hay miles de posibilidades de poder ampliar currículo, hacerte más competitivo y formarte sin tener que pagar nada.
Aun así, y aunque a nadie le amarga un dulce gratis, hay que tener en cuenta que también hay formación a precio razonable, y otra a precio menos popular que puede tener un especial prestigio y/o reconocimiento, así que tan sólo tienes que pensar en qué necesitas para completar tu currículum; conocimientos y habilidades antes de elegir qué curso hacer y cuánto pagar por ello.
Esto nos lleva al siguiente motivo por el que apostar por la formación en estos momentos (bueno, y en cualquier momento); se trata de una inversión.
4. La formación es una inversión
Aunque la creencia más extendida es que la formación “cuesta” y que a veces es cara, sin embargo deberíamos pensar en ella como una forma de invertir que además, no necesita demasiado tiempo para ver sus frutos.
Todos, o casi todos, los puestos de trabajo tienen requisitos no solo de experiencia, también de formación, así que intenta hacer un ejercicio, piensa en qué cursos has hecho y cuáles te abrieron realmente puertas para conseguir alguno de los puestos que has desempeñado… seguramente haya alguno a los que no los encuentres una utilidad directa tan clara, pero siempre hay algún curso-llave que hizo que se abriera alguna puerta.
La próxima vez que decidas seguir formándote, analiza el precio a pagar no es si mismo o comparando lo que vale un curso con lo que cuesta una caña… hazlo comparándolo con que puertas te puede abrir y cuánto dinero te pede hacer ganar que se abran esas puertas.
5. Renovarse o morir
Con crisis o sin ella la formarse es una necesidad permanente. La formación se queda obsoleta en unos 2 o 3 años así que para continuar en el mercado laboral no queda más remedio que embarcarse de lleno en la aventura de la formación continua.
¿Qué sería de nosotros si no hubiéramos aprendido nada más después de MS-DOS, o si no nos hubiéramos puesto al día de la nueva normativa que rige nuestro trabajo? Seguramente nos habrían terminado pidiendo que nos pusiéramos al día como requisito de permanencia en el puesto.
Ya para finalizar, navegando el otro día por la blogsfera descubrí gratamente la sincera alegría de Kepa Rios, Un profesor que posee una academia en Madrid y que dice: “Me llama mucho la atención que mientras todo el mundo va diciendo que hay crisis, que no hay dinero etc. a mi en la academia me va cada vez mejor.”
Nos alegramos por él y otros que han decidido ocuparse en el noble oficio de la formación, porque mientras que la situación económica se estanca y aumenta el paro, la formación sigue y seguirá siendo una apuesta segura.
Sonia Martínez requejo, es pedagoga, escribe en http://aldeaeducativa.wordpress.com y forma parte de la Comunidad OPR
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