La comida rápida tiene el inconveniente del valor nutricional de sus ingredientes. Eso ya se sabía. Esta tarde, sin embargo, se ha señalado que este tipo de comida "descontrola el apetito y fuerza a comer más", según el investigador Carlos Diéguez, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Los nutricionistas y endocrinos españoles han cerrado esta tarde su congreso número 50, que los ha reunido desde el miércoles en Bilbao. Allí han discutido sobre este tipo de alimentación entre otros temas. Según Diéguez, la comida rápida "conlleva la costumbre de comer de forma apresurada", lo que no da tiempo a activar los mecanismos de sensación de saciedad del cerebro, lo que se traduce en una mayor ingesta de alimentos, "y por lo tanto de calorías".
"Si se come de forma apresurada habitualmente, puede tener una consecuencia directa en el sobrepeso", ha explicado el especialista. El médico recomienda entonces comer de forma "reposada y tranquila", para permitir que los mecanismos de saciedad se activen de forma natural y se eviten "atracones o ingestas excesivas de alimentos".
La importancia del yodo
El coordinador del grupo de trabajo de la SEEN sobre déficit de yodo, Federico Soriguer, ha afirmado también en el marco del Congreso, que un "déficit moderado" de este elemento "aumenta el número de abortos y de muertes intraútero en los embarazos". Además, ha agregado, "se ha constatado que un déficit moderado de yodo en los niños, tanto durante su gestación como en los primeros años de vida, provoca una disminución de entre 3 y 4 puntos en su coeficiente intelectual".
"Si se come de forma apresurada habitualmente, puede tener una consecuencia directa en el sobrepeso", ha explicado el especialista. El médico recomienda entonces comer de forma "reposada y tranquila", para permitir que los mecanismos de saciedad se activen de forma natural y se eviten "atracones o ingestas excesivas de alimentos".
La importancia del yodo
El coordinador del grupo de trabajo de la SEEN sobre déficit de yodo, Federico Soriguer, ha afirmado también en el marco del Congreso, que un "déficit moderado" de este elemento "aumenta el número de abortos y de muertes intraútero en los embarazos". Además, ha agregado, "se ha constatado que un déficit moderado de yodo en los niños, tanto durante su gestación como en los primeros años de vida, provoca una disminución de entre 3 y 4 puntos en su coeficiente intelectual".
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