Con el maravilloso y equilibrante efecto que las vacaciones han conseguido en todo mi ser y ¿como no?, para no salirme de convencionalismos ( porque hay que saber que los convencionalismos no son malos), me planteo nuevas metas de aquí en adelante. Con la llegada del fresquito ambiental comienza claramente una nueva etapa en las vidas de todo hijo de vecino.
En un ejercicio visionario de plantear la calidad como parte de la estrategia de "como sentirse bien consigo mismo y no morir en el intento", me llegan esos nuevos objetivos en mi caminar. Y he llegado a una conclusión simple: "no solo se tienen que hacer las cosas correctamente, sino también hacer cosas correctas".
¿Y qué es lo correcto? Tarea ardua, si señor... Voy a ver si con la empatía lo descubro, que creo que ahí está el quiz de la cuestión.
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