Madrid 7 de noviembre de 2013; El pasado viernes por la noche, un grupo violento agredió a dos medicas de urgencias del hospital Nuestra Señora del Prado en Talavera de la Reina, los agresores, familiares de una paciente a la que dos horas antes se había atendido por un ataque de ansiedad, y se encontraba en una sala de observación, ante la gran afluencia de familiares que insistían en ver a dicha paciente, se organizó un ataque de los mismos al personal de urgencias ante la negativa de poder pasar todos a verla , el resultado fue de una doctora herida tras varios agarrones golpes e insultos, tras personarse la Policía Nacional, se encontró que dichos familiares portaban hasta un arma blanca.
Desde la Sociedad Española de Medicina y Urgencias (SEMES) se recuerda que la violencia contra profesionales ha adquirido una enorme importancia en los últimos años, especialmente en los Servicios de Urgencias y Emergencias. Sólo una pequeña proporción de las agresiones al personal sanitario sale a la luz, pero hay un gran volumen de incidentes violentos sumergidos que no constan en ninguna parte. En este sentido, se han creado protocolos y registros de agresiones en diversas comunidades para contar con datos precisos y poder tomar las decisiones más adecuadas y oportunas.
“Las agresiones sufridas por los trabajadores se encuentran dentro del amplio abanico de riesgos que afectan a la seguridad y salud de los trabajadores sanitarios, ya de por sí sometidos a factores de estrés laboral elevados que conducen a altos niveles de desgaste profesional (burnout)”, ha comentado el Dr. González Armengol, presidente de SEMES.
Según el Dr. Armengol, “es conviene recordar a la administración sanitaria que tiene entre sus prioridades no sólo ofrecer un servicio de calidad a todas las personas usuarias del sistema sanitario, sino también que todo profesional sanitario pueda trabajar en las mejores condiciones laborales y con unos niveles de satisfacción, motivación y seguridad adecuados”. En este caso concreto, nos consta la implicación y la colaboración que han prestado tanto los responsables del Hospital, la Consejería de Sanidad del SESCAM y el Colegio de Médicos de Toledo.
Las agresiones al personal sanitario están consideradas delito tipificado de atentado contra la autoridad, sus agentes y los funcionarios públicos, y de resistencia y desobediencia. El médico puede negarse a seguir prestando la asistencia médica o a tener contacto con el agresor de conformidad con el artículo 5.1d) de la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, así como el Art. 9 del Código de Ética y Deontología Médica.
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