En primer lugar decir, que el alumnado, por lo que yo conozco, tiene más
formación en farmacología que la que vaya a utilizar, por mucho que
prescriba por el camino que vamos, no es un argumento aludir a la falta de
formación, además, no nos engañemos, todos estos "saberes" a los que se
reviste un halo de magia, están en la sociedad de la información al alcance
de la tecla, siempre que se tenga una formación básica para saber utilizar,
aplicar...
Por otro lado, para los médicos, el fin del monopolio, tiene claras
implicaciones económicas y de poder, muchos, siguen pensando que la salud
gira en torno a ellos, que son los responsables, herederos de un legado
histórico.
Otro aspecto son las ventajas en la práctica de la prescripción enfermera,
que ahorra tiempo a los profesionales y pacientes, siendo en los casos de
actuaciones que se hacen históricamente de forma independiente (curas,
control de incontinencias...) algo en lo que poco tiene que intervenir la
medicina.
Para la reflexión dejo el que si esto es el mayor problema de desarrollo de
la Enfermería y no un problema cuasi marginal con implicaciones prácticas,
pero que nos puede hacer desviar del objetivo del cuidado, pasando a
centrarnos en problemas de frontera o colaboración que no deberían ser lo
más importante.
Javier Pérez Rivera
Universidad de León
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