1/03/2009

Test sanguíneo detecta el riesgo de accidente cerebrovascular




12 de noviembre de 2008, 11:05 AM
NUEVA YORK (Reuters Health) - Un nuevo estudio reveló que los niveles elevados de triglicéridos, una molécula grasa hallada en la sangre, que se detectan mientras el paciente no está en ayunas se relacionan con un aumento del riesgo de accidente cerebrovascular (ACV).

La investigación se realizó en el marco del Estudio Cardíaco de la Ciudad de Copenhague, en Dinamarca.

"El papel de los triglicéridos en el riesgo de (...) ACV sigue siendo controvertido", escribió el equipo del doctor Borge G. Nordestgaard en Journal of the American Medical Association.

No obstante, indicaron los expertos, la mayoría de los estudios que examinaron el tema sólo se centraron en los niveles de triglicéridos tomados en ayunas.

La posibilidad de una relación con los niveles de triglicéridos fuera del ayuno es respaldada por dos investigaciones recientes que muestran un vínculo directo entre esos niveles y el riesgo de ataque cardíaco y muerte.

Para determinar si podría existir una asociación similar con el ACV, Nordestgaard, del Hospital Universitario de Copenhague, y sus colegas analizaron los datos de 13.956 partipantes que fueron seguidos desde 1976 hasta julio del 2007.

Durante el seguimiento, 1.529 sujetos desarrollaron un ACV. El riesgo de accidente cerebral se vinculó directamente con el nivel de triglicéridos fuera del ayuno.

Los hombres y mujeres con los mayores niveles eran 2,5 y 3,8 veces más propensos, respectivamente, a experimentar un ACV que sus pares con niveles bajos de la molécula grasa.

"Nuestros resultados, junto con aquellos de los dos estudios previos, sugieren que los niveles altos de triglicéridos fuera del ayuno (...) podrían ser considerados junto con los niveles elevados de colesterol LDL (o malo) para la predicción del riesgo cardiovascular", añadió el equipo.

FUENTE: Journal of the American Medical Association, 12 de noviembre del 2008
La unión de tres ácidos grasos mediante una esterificación produce el triglicérido. Una vez unidos se almacenan en el tejido adiposo (grasa) del cuerpo, para su posterior utilización, siendo un almacén de grasas rápidamente utilizables.

Los triglicéridos presentes en plasma derivan de dos fuentes diferentes: de los alimentos grasos ingeridos, o de la síntesis en nuestro hígado a partir de otros nutrientes. El hígado transforma el exceso de calorías, grasas o hidratos de carbono consumidos en triglicéridos.
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El 90% de las grasas contenidas en los alimentos y de las grasas depositadas en nuestro cuerpo se encuentran en forma de triglicéridos. Las calorías que consumimos y no son utilizadas por nuestro organismo se depositan en en forma de triglicéridos.

Los triglicéridos son una forma de almacenamiento de energía que se deposita en el músculo y en el tejido adiposo y son gradualmente liberados y metabolizados entre las comidas, de acuerdo con las necesidades de energía del organismo.

Los triglicéridos forman la mayor parte del peso seco del tejido adiposo, constituyendo, por lo tanto, una potente forma de almacenamiento de energía.

La digestión de los triglicéridos se realiza en el duodeno e íleo proximal. La mayor parte de la digestión tiene lugar por acción de las lipasas intestinales y pancreáticas y de los ácidos biliares. Los triglicéridos son hidrolizados a glicerol y ácidos grasos. Los triglicéridos son resintetizados en la mucosa intestinal.

Los ácidos grasos de cadena larga aparecen en el conducto torácico transportados como triglicéridos en los quilomicrones, mientras que los ácidos grasos de cadena corta y media se transportan fijados a la albúmina en la circulación portal.

La circulación sanguínea transporta quilomicrones y VLDL a todos los tejidos del organismo, incluyendo tejido adiposo, principal sitio de incorporación. Los quilomicrones son eliminados (hidrolizados) más rápidamente que las VLDL.

Inmediatamente después de una comida, los triglicéridos aparecen en la sangre como el mayor constituyente de los quilomicrones.

Bajo circunstancias normales, los triglicéridos, dentro de los quilomicrones, son despojados de los ácidos grasos a medida que pasan a través de varios tejidos (especialmente el tejido adiposo y el músculo esquelético).

El hígado absorbe los quilomicrones restantes de modo que estos desaparecen de la sangre en dos o tres horas. Los restantes triglicéridos, junto con los triglicéridos adicionales sintetizados en el hígado, son empacados de nuevo como VLDL y secretados en la sangre desde el hígado.

Cuando los triglicéridos aumentan en sangre por arriba de los valores normales, este trastorno se denomina hipertrigliceridemia.

Entre los factores que contribuyen a elevar los triglicéridos tenemos: obesidad, sobrepeso, sedentarismo, tabaquismo, exceso en el consumo de alcohol, dietas con excesivo consumo de carbohidratos, ciertas enfermedades, medicamentos y desórdenes genéticos.

Los valores de triglicéridos en sangre varían ampliamente día a día en función a las comidas, por lo tanto deben medirse luego de un ayuno nocturno y abstinencia de alcohol.

Valores normales:

Normal: menos de 150 mg/dl
Limítrofe alto: 150 a 199 mg/dl
Alto: 200 a 499 mg/dl
Muy alto: ≥500 mg/dL

Los niveles altos de triglicéridos pueden estar asociados con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular, lo cual resulta especialmente válido si se tiene en cuenta que las personas con niveles altos de triglicéridos a menudo presentan otras condiciones, como diabetes, síndrome metabólico y obesidad, que incrementan la probabilidad de desarrollo de enfermedad cardiovascular.

En términos generales, el tratamiento orientado a reducir los triglicéridos, incluye modificaciones tanto en el estilo de vida como en la alimentación.

Se recomienda:

Reducir el consumo de calorías de la dieta.

Mantener un peso saludable

Eliminar de la dieta el alcohol (aumenta la síntesis hepática de triglicéridos)

Evitar los hidratos de carbono simples (azúcar y derivados, dulces, miel, gaseosas), ya que aumentan los niveles de triglicéridos.

Aumentar el consumo de ácidos grasos omega 3 mediante un mayor consumo de pescados, mariscos, granos y semillas como nueces, almendras, germen de trigo, porotos. Estos ácidos grasos reducen los niveles de triglicéridos.

Realizar actividad física regular.

Evitar el hábito de fumar.

Referencias:

Executive Summary of the Third Report of the National Cholesterol Education Program (NCEP) Expert Panel on Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults (Adult Treatment Panel III) Expert Panel on Detection, Evaluation, and Treatment of High Blood Cholesterol in Adults. JAMA: Vol. 285 No. 19, May 16, 2001 : 2486-2497

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