https://blogs.20minutos.es/el-nutricionista-de-la-general/2012/02/15/el-termino-doctor/
https://encolombia.com/medicina/revistas-medicas/enfermeria/ve-34/enfermeria3400-editorial/
En el DRAE,
el término “Doctor” recoge 7 entradas, de las que voy a destacar dos:
1. m. y f.
Persona que ha recibido el último y preeminente grado académico que confiere una universidad u otro establecimiento autorizado para ello.
4. m. y f.
coloq. Médico, aunque no tenga el grado académico de doctor.
En España tenemos la mala e inadecuada costumbre de nombrar a todos los médicos como doctores cuando no lo son, de hecho la mayor parte de ellos no han obtenido el último y preeminente grado académico otorgado por una universidad o similar para los efectos. Que así se haga por parte de la, llamémosle, población general pues pase, por ejemplo: “tengo cita con el Dr. Guasa para que me ponga una dieta”. Pero que los propios implicados abusen
haciendo un mal uso, intencionado y torticero, pues como que no. Estos saben muy bien que para el inconsciente popular, al parecer, no es lo mismo que la
magufada dietética de turno te la venda “un médico” que “un doctor”. La segunda da más caché; no sé el porqué ya que la magufada sigue siendo la misma.
El uso del término doctor debería emplearse siempre que el destinatario hubiera obtenido el grado académico correspondiente. También se podría usar coloquialmente (4ª entrada en el diccionario) para referirnos a cualquier médico, por ejemplo cuando nos pone el fonendoscopio en el pecho y nosotros decimos poniendo acento de ultramar: “Aaaaay doctorssssito, qué frío tiene usted el fonendo”. Pero de otra forma no.
Por lo tanto, autoproclamarse “doctor”, sin el preciso título, en una placa dorada y con letra cursiva junto a un apellido en la entrada de un portal, por ejemplo: “Dr. Aprovechategui. Dietas y Nutrición” no es el lugar correcto para expresarse de modo coloquial y no es de recibo. Al igual que tampoco lo es cuando se pone en la portada de un libro, por ejemplo: “No consigo Adelgazar. Dr. Pierre Dukan“. Tampoco en un rótulo de televisión cuando se luce corbata y gesto grave mientras se habla de salud o cuando se aparece en una página web como parte de un determinado equipo médico. No son lugares para expresarse coloquialmente… me parece.
Hacerlo así es una jugarreta muy fea tanto hacia la población general que sigue pensando que por tener el título se es mejor (cuando no tiene porqué haber una relación directa), como hacia los esforzados doctorandos de no importa qué área de conocimiento (arquitectos, farmacéuticos, biólogos, teólogos, abogados, filólogos, filósofos, periodistas etc. y así hasta considerar cualquier licenciado o graduado con la intención de doctorarse, e incluidos los propios médicos) que saben muy bien qué es pasarlas canutas para poder obtener el titulito de marras.
Sirva esta información como bálsamo para aclarar posibles malentendidos en el futuro cuando me refiera a médicos sin el título académico de doctor.