11/21/2011

Nuevo número de Enfermería Facultativa


Ya está disponible el número de NOVIEMBRE de Enfermería Facultativa. Puede consultarlo en formato pdf haciendo clic en el siguiente vínculo:
Ver nuevo número de Enfermería Facultativa

Asimismo, le recordamos que puede consultar también el resto de ediciones anteriores pinchando aquí:
http://www.cge.enfermundi.com/servlet/Satellite?cid=1097067401725&pagename=SiteCGE/Page/TplPageGenerica_cge&c=page

SATSE organiza en Talavera la IV Jornada de Enfermería, donde asistirán más de 200 profesionales

TOLEDO, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Sindicato de Enfermería de Toledo SATSE va a celebrar en Talavera de la Reina los días 22 y 23 de noviembre la IV Jornada en Enfermería Ciudad de Talavera bajo el lema 'La consulta de Enfermería, recurso de sostenibilidad del sistema sanitario', en la que se han inscrito más de 200 profesionales de enfermería.

Con esta jornada, que se celebrará en el salón de actos del Hospital Nuestra Señora del Prado, SATSE pretende dar a conocer la importancia que tiene para la sanidad y para la sociedad la labor de la Enfermería en las consultas de Atención Primaria y de Atención Especializada, ha informado SATSE en nota de prensa.

Durante esta jornada se abordará la labor de los profesionales de Enfermería en las consultas de Atención Primaria y de Atención Especializada, y se promoverá el papel de la enfermera "como agente principal de educación sanitaria".

Igualmente se pretende aportar propuestas en relación a la necesidad de que la enfermería lidere cambios en la gestión sanitaria, así como la presentación de trabajos y propuestas de futuro de los profesionales,

El programa incluye dos ponencias: 'El profesional de enfermería, recurso sanitario sostenible' y 'La enfermera de enlace: una visión sociosanitaria del cuidado', y dos mesas redondas en las que se abordarán 'La consulta de enfermería: evolución, nuevas competencias y perspectivas de futuro' y 'La gestión enfermera en las consultas de Atención Primaria y Atención Especializada de Talavera de la Reina: protocolos, guías clínicas, docencia y proyectos de futuro'.

Además, en el transcurso del primer día se llevarán a cabo seis talleres sobre asertividad en los que los profesionales aprenderán habilidades teóricas y prácticas con el fin de reforzar su rol profesional dentro de los equipos de trabajo, así como en el trato con el paciente.

La delegada del sindicato en el Hospital de Talavera, Gema Torrejón, ha manifestado que "la educación sanitaria contribuye a la adhesión del paciente al tratamiento y a promover formas de vida saludables, haciendo de esta forma posible un sistema sanitario sostenible".

Para SATSE, la sociedad en general y los pacientes en particular "deben conocer que las enfermeras de las consultas de Atención primaria y Atención Especializada son agentes que a través de la educación, la prevención, la promoción, la curación y la rehabilitación, contribuyen a la mejora de la calidad de la asistencia y de esa forma al mantenimiento de los estándares de la calidad de vida".

11/20/2011

Esperar tres minutos para cortar el cordón umbilical reduce el riesgo de anemia del neonato


Un estudio muestra que posponer la escisión contribuye a incrementar en un 35% los niveles de hierro del recién nacido.



Un estudio llevado a cabo por científicos del Hospital de Halland y la Universidad de Umea, en Suecia, muestra que los recién nacidos tienen menos probabilidades de presentar deficiencias de hierro y padecer anemia si su cordón umbilical no se corta hasta tres minutos después de nacer. Los resultados de la investigación se han publicado en la revista British Medical Journal.
Aunque ya se habían realizado diferentes estudios para analizar la relación entre el corte del cordón y la falta de hierro, las conclusiones a que se había llegado eran contradictorias, ya que había expertos que apuntaban que retrasar esta escisión podía elevar el riesgo de ictericia neonatal.
Esta nueva investigación evidencia que posponer el corte no sólo no conlleva efectos adversos para el recién nacido, sino que, por el contrario, contribuye a evitar que desarrolle anemia.
El estudio incluyó a 400 bebés nacidos de embarazos considerados de bajo riesgo, y los resultados concluyeron que los bebés en los que el corte se había pospuesto unos tres minutos presentaban menos deficiencias de hierro a los cuatro meses de edad y, por tanto, también el riesgo de contraer anemia neonatal era menor. Según los autores, la dilación propicia que el volumen de hierro sanguíneo se incremente, de media, en un 35%.

El Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos del Reino Unido ha pedido más estudios sobre este tema a fin de poder establecer una recomendación específica sobre el momento del corte, según informa la BBC, ya que está demostrado que "la deficiencia de hierro en los primeros meses de vida está asociada al retraso en el neurodesarrollo".
"No se sabe si incrementando la transfusión placentaria al retrasar el corte umbilical puede mejorar el neurodesarrollo en la primera infancia pero esta hipótesis debería ser investigada en ensayos aleatorios más amplios", aseguran desde esta institución.


British Medical Journal (2011); doi: 10.1136/bmj.d7157

11/18/2011

LOS COLEGIOS DE ENFERMERÍA TRABAJAN JUNTO CON EL GOBIERNO DE CASTILLA-LA MANCHA "EN BENEFICIO DE LOS PACIENTES DE LA REGIÓN"

Se han puesto sobre la mesa numerosas medidas concretas que benefician tanto al colectivo como a la prestación sanitaria en la Comunidad Autónoma.

En el encuentro han participado buena parte de los responsables de la Consejería, con el consejero, José Ignacio Echániz, al frente; asimismo se ha contado con la presencia del presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González Jurado; del presidente del Consejo Autonómico de Castilla-La Mancha, Roberto Martín y de los presidentes de los colegios provinciales.
En el transcurso de una reunión que se ha prolongado por espacio de casi dos horas, ambas partes han abordado aspectos profesionales de interés, muchos de ellos con incidencia directa en la mejora de la atención sanitaria a los pacientes de Castilla-La Mancha.

En conjunto, como resumía el propio consejero, José Ignacio Echániz, se trata de ?impulsar una revisión del rol profesional de los enfermeros, hasta conseguir potenciar los cuidados de enfermería como un factor clave de la calidad en la asistencia, y asumiéndolo como un requisito esencial para la vertebración del sistema sanitario; con ello conseguiremos entre todos generar una dinámica de trabajo en equipo por parte de los profesionales que sólo puede ir en beneficio del paciente y de la eficiencia de todo el sistema, que será mejor y también más rentable en términos económicos y de salud pública?.

Así, se han puesto encima de la mesa aspectos como el compromiso para revisar el Programa de Salud Infantil, de modo que se aumente la participación de Enfermería en el mismo, o que se dé una participación activa de este colectivo profesional en el Programa de Control de Pacientes Polimedicados. También se han examinado medidas de impulso tecnológico como la receta electrónica, la historia clínica digital, telemedicina y teleasistencia, así como la identificación de la enfermera en la tarjeta.

11/16/2011

Suero Salino hipertónico. ¿Cómo prepararlo?

¿Cómo prepararían ustedes 250 cc de suero hipertónico al 7% con un suero fisiológico al 0,9% y ampollas de suero hipertónico al 20% de 10 cc de volumen?

En prehospitalaria civil cada vez lo usamos más...¿lo han usado ustedes?

Pongan sus cálculos por favor...y sus experiencias con el suero hipertónico.

Un saludo.

** Bueno. La verdad es que es un poco complicado conseguir esa proporción. Generalmente se utiliza entre el 7% y el 7,5%siendo este último lo más utilizado.

250ml al 7%

8 viales de 10cc al 20% + 170 ml de SSF al 0.9%.

Operaciones

10x--------------20%
250-10x--------0.9%

______________________________________________________________
20(10x)+(250-10x)0,9=
250.7%
200+225-9x=1750
191x=1525
x=7´98429~8

10x--------------20%
250-10x--------0.9%

______________________________________________________________

Se utiliza para remontar un shock hipovolémico, alcalosis,TCE.

Hay estudios que han concluido que desde el punto de vista
volumétrico, la administración de 250 ml de SHD a un paciente
de 70 Kg que ha perdido 2 l de sangre equivaldría a administrarle
700 ml de sangre. Esto si lo quisiésemos hacer con
Ringer Lactato necesitaríamos administrarle 3 l para los mismos
efectos.

Aquí podríamos comprobar un gran benefecio del SHD.


**Nosotros usamos más otra proporción y nos da aproximadamente 150ml al 7.26%.

El procedimiento de preparación del SSH al 7.26% que hacemos desde el principio en la base es:

En un suero de 100ml viaflo al 0.9% (900mg de Cl Na), SIN SACAR NADA, metemos 50ml al 20% (10000mg de Cl Na). La bolsa queda a tensión pero esto es hasta bueno porque infunde antes.

Sigamos con los cálculos: Mezclamos los 50ml con 10000mg de sal en 100ml con 900mg. Con ello tenemos 150ml con 10900mg de Cl Na. Es decir, que obtenemos 10900mg/150ml=72.6mg/ml=7.26%.


Una vez, lo usé al 3.5% (lo recuerdo porque la bolsa parecía una bolita). 4 ampollas de salino al 20% son las que se meten en un suero salino normal de 250 para conseguir concentraciones al 3.5%, que hay gente que le da menos miedo que la del 7.26%.

Si no se dispone de otra bolsa en la mochila, hay que adaptarse.

¿Te interesa?

11/14/2011

ENFERMERíA EN EL MANEJO DEL DOLOR




http://www.reeme.arizona.edu/materials/Enfermeria%20y%20Dolor%20Valoracion.pdf
http://www.anestesiologia-hc.info/areas/publicaciones/xiii_congreso_resumenes.shtml

Es un método multidimensional para evaluar los atributos y emociones que acompañan la experiencia dolorosa como:

•Intensidad.

•Duración.

•Ubicación.

•Caracteristicas somatosensoriales.

•Emociones.

SE RATIFICA EL ACUERDO SOBRE LA INSERCIÓN DEL PSICÓLOGO EDUCATIVO EN EL SISTEMA ESPAÑOL NO UNIVERSITARIO

Representantes del mundo educativo, universitario y colegial, -Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos, Conferencia de Decanos de las Facultades de Psicología de las Universidades Españolas, grupo de trabajo de Psicólogos Educativos, Federación de Asociaciones de Directivos de Centros y Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos-, se reunieron el pasado 24 de octubre de 2011 para ratificar de nuevo el Acuerdo sobre la inserción del psicólogo educativo en el sistema de educación español no universitario.


Tal y como informamos en su momento a través de Infocop, estas mismas asociaciones manifestaron a la opinión pública y a diferentes representantes políticos esta necesidad hace un año, el 21 de septiembre de 2010, a través de la firma de un acuerdo en el que defendían la incorporación de la figura del psicólogo educativo en los distintos centros docentes "sin menoscabo de la existencia de otros especialistas". Según se recogía en el texto, este profesional debería formar parte de la organización de los centros educativos, apoyando especialmente la acción tutorial, y debería estar debidamente cualificado a través de la formación en un Máster específico en Psicología de la Educación (consultar el Acuerdo sobre la inserción del psicólogo educativo en el sistema de educación español no universitario del 21 de septiembre de 2010, aquí).




Ahora, con la firma de este nuevo documento, Acuerdo sobre la inserción del psicólogo educativo en el sistema de educación español no universitario: ratificación y desarrollo, las instituciones anteriormente mencionadas muestran de nuevo su compromiso a seguir apoyando todos los puntos que contemplaba esta iniciativa en sus orígenes, así como la voluntad firme de potenciar un Máster específico en Psicología de la Educación de carácter profesionalizante.


Esta reclamación conjunta de los diferentes actores del ámbito de la educación parte de la necesidad urgente de dar una respuesta eficaz, a través de especialistas debidamente cualificados, a los nuevos retos a los que se enfrenta el sistema de enseñanza español: elevados índices de fracaso escolar, mayor diversidad del alumnado, aumento de los problemas de conducta y de la conflictividad en las aulas, etc. Con el actual ordenamiento normativo (el Real Decreto 1834/2008 de 8 de noviembre, Real Decreto 860/2010, de 2 de julio y la Orden EDU/849/2010), las condiciones de formación para ejercer las funciones de Orientación Educativa alejan al sistema educativo de nuestro país de los estándares europeos de cualificación, dado que establecen que cualquier docente puede desempeñar el rol del orientador, tanto en centros públicos como privados, con independencia de su titulación universitaria (ej., licenciado en ciencias políticas, empresariales, etc.), y tras haber cursado el Máster de Formación del Profesorado. Frente a este marco legislativo, los representantes del Acuerdo consideran que la puesta en marcha de intervenciones eficientes (que den respuesta a los problemas reales del contexto escolar) y la mejora de la calidad educativa no son posibles sin la garantía de la presencia de profesionales adecuadamente formados.


Con el objetivo de conseguir el máximo apoyo a esta demanda, así como a la cualificación profesional de los servicios de orientación escolar, estas mismas asociaciones han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas, dirigida a toda la población, que se puede consultar en: http://consejo.cop.es/ep/.

http://www.infocoponline.es/pdf/Acuerdo24octubre.pdf

11/13/2011

LA OTRA PIRÁMIDE...

Lecciones que hemos aprendido de la investigación recIente en cuidado de trauma.


Lecciones que hemos aprendido de la investigación recIente en cuidado de trauma,así como de los últimos 8 años de guerra en Oriente Medio. Aquí está una lista de cosa que hará la gran diferencia en tu proximo paciente de trauma.

1.- Deten la hemorragia. Empaquetar las heridas con gasa, aplica presión directa, y elevar extremidades. Haga lo que sea para controlar ese sangrado. Dejamos a muchos pacientes de trauma morir por sangrado manejable. Pienso en esas técnicas avanzadas que los proveedores podrían estarse enfocando mientras los pacientes sangran hasta morir. (Adivinaré que las vías intravenosas son la número 1 y la intubación el número 2.)

2.- Aplicar torniquetes. Aprendimos que eran algo prohibido en los cursos de EMT. Ahora nos damos cuenta que dejar que la gente se desangre hasta morir es lo prohibido. Los nuevos torniquetes son más rápidos, más manejables y menos destructivos a los tejidos de lo que nos imaginamos.
Espera a ver que la aplicación del torniquete se convierte en una gran prioridad en el futuro del tratamiento del trauma.

3.- Manejar la vía aerea.
No dije intubar, solo dije manejar la vía aerea. Manejar la vía aerea es crítico y frecuentemente descuidado mientras esperamos a intubar o a una Secuencia Rápida de Intubación. Si simplemente manejaramos al paciente con una Saturación de O2 arriba del 90% veriamos mejores pronosticos... especialmente en nuestros pacientes con trauma en cabeza.
Eso se puede realizar en la capacidad de los accesorios básicos para la vía aerea. No deberiamos retrasar el transporte de un paciente con trauma significante por procedimientos de vía aerea avanzados. Canula orofaringea, nasofaringea, BVM y traslado. Intubar de camino al centro de trauma.

4.- Prevenir la hipotermia. Dejamos a la mayoría de los pacientes con trauma grande en hipotermia. Entre la perdida de calor por las lesiones, la exposición para la evaluación y todos esos litros de fluido que solemos administrar, dejamos a la gente bien fría. Los pacientes de trauma fríos no sobreviven tan bien como los que están calientes. Mantenlos calientes. Es fácil.

5.- Dejar atrás las cargas masivas de volumen.
Estamos arruinando la capacidad del paciente para coagular y estamos eliminando los coagulos que ellos crean antes de que puedan hacer algún bien. Los grandes bolos de fluido suben la presión arterial temporalmente y nos hacen sentir mejor, pero no parece que ayuden al paciente.
La hipotensión permisiva estará a la orden del día en el manejo del trauma no craneoencefalico. Algunos sistemas han dicho que una sola vía intravenosa para mantener vía permeable es suficiente en el trauma mayor.

Y aquí está la lista entera.
Pero espera... ¿control de sangrado, torniquete, intervención rápida de vía aerea en SVB, calentar al paciente y uso conservador de fluidos? ¿No son esas intervenciones de SVB? ¿Como puede ser que la receta completa de como salvar la vida del paciente de trauma se compone de atención de SVB?
Entre más estudiamos qué funciona en el SME más encontraremos que las cosas realmente importantes, las intervenciones que realmente salvan vidas están dentro de las competencias del proveedor EMT. Las habilidades del EMT no son básicas... son fundamentales. Las intervenciones del EMT no son básicas... son los primeros pasos más importantes. Son esenciales.

¿Estoy exagerando la importancia de un cuidado de SVB fuerte?

INTERVENCION PSICOLÓGICA EN UNA UNIDAD DE CUIDADOS INTENSIVOS


Vicente Monsalve Dolz y Patricia Gómez-Carretero
Unidad Funcional de Psicología Clínica y de la Salud
Consorcio Hospital General Universitario de Valencia


1- Introducción
Una Unidad de Cuidados Intensivos es un área de cuidado y tratamiento altamente especializada dentro del ámbito hospitalario.
Los pacientes que ingresan en ella debido a que se encuentran en una situación crítica que puede llegar a suponer un riesgo vital, permanecen continuamente monitorizados con el objetivo de conocer en todo momento su estado y poder actuar rápidamente en las situaciones que así lo requieran. De ello se encargan los diversos profesionales sanitarios que componen el personal de una UCI: Médicos Especialistas en Anestesia o
en Cuidados Intensivos, Enfermería, Auxiliares de enfermería y Sanitarios o Celadores.
Además, existe una comunicación continua entre los responsables de la UCI y el resto de servicios del hospital, ya que los pacientes requieren, además del mantenimiento global de su estado, la intervención de distintos especialistas provenientes de otros servicios (p.e. traumatología, neurología, nefrología, neumología,…)

2- Implicación de los Cuidados Intensivos en el ámbito hospitalario
Los pacientes pueden requerir ingresar en una UCI, principalmente por dos circunstancias:
1. Tras una intervención quirúrgica, bien debido a que el postoperatorio requiere una vigilancia exhaustiva que permita detectar posibles complicaciones, o bien porque estas complicaciones ya se han producido durante la operación y requieren ser controladas.
2. Tras situaciones urgentes en pacientes que se encuentran ingresados en la sala de hospitalización (p.e. empeoramiento en la evolución de la enfermedad de un paciente que está siendo tratado en la sala), o que acuden al servicio de urgencias del hospital (p.e. empeoramiento en la enfermedad de un paciente ambulatorio, paciente que ha sufrido un accidente, etc).
De esta situación se deriva la gran variabilidad de pacientes que ingresan en este tipo de unidades en cuanto a la patología que presentan, aunque en todos los casos, la intervención está centrada en un primer momento en el mantenimiento de la vía aérea, empleando las técnicas más adecuadas para cada caso concreto (intubación orotraqueal, ventilación mecánica no invasiva, aporte de oxígeno,…), al mismo tiempo que se implementan los tratamientos médico-farmacológicos necesarios.
Tras el ingreso en la UCI, y una vez se ha monitorizado adecuadamente al paciente, los médicos de guardia responsables de su cuidado informan a los familiares, proporcionándoles una información sobre su estado general así como de las normas de funcionamiento de la unidad.
Durante el ingreso, que puede tener desde una duración de unas horas hasta de varias semanas en función de los requerimientos del paciente, los familiares reciben información diaria sobre su evolución, y pueden verle por la mañana a través de una ventana, y por la tarde se les permite entrar en la unidad para que puedan estar en contacto con el paciente, quien en ocasiones se encuentra inconsciente y ajeno al ambiente que le rodea, pero en otras se mantiene consciente y se da cuenta de todo lo
que ocurre a su alrededor. Tanto el sistema de visitas como la situación ambiental del paciente varían según las características del trabajo en cada UCI y también a las limitaciones estructurales (si los boxes son independientes o no, dónde está situado el puesto de control de enfermería, la luminosidad de la Unidad, etc…)
Dentro de las características de la situación que vive el paciente ingresado
en una UCI en los casos en que se encuentra consciente, se identifican cinco tipos de alteraciones ambientales que diferencian esta situación de otras producidas en el ámbito hospitalario: una reducción en la cantidad y variedad de estimulación, pequeñas variaciones en los estímulos, ruido excesivo, aislamiento físico y social, y restricciones de movimiento.
Respecto al ruido, se identifican las alarmas, los equipos de aspiración dejados en funcionamiento tras su utilización y los teléfonos como factores que contribuyen al malestar de los pacientes. Además las conversaciones del equipo de la UCI también se han considerado una fuente de ruido y confusión para los pacientes, ya que como no es posible valorar adecuadamente su nivel de conciencia, puede que lleguen a entender parcialmente esas conversaciones y les produzcan miedo y ansiedad. Por
otro lado, la ausencia de ciertos ruidos “normales”, como la televisión, la radio, el tráfico, conversaciones con amigos, etc., pueden ser identificados como causa de estrés por algunos pacientes. Estos niveles de ruido pueden tener un impacto significativo en la cantidad y calidad del sueño de los pacientes, que puede convertirse en otro tipo de estresor.

3- Principales respuestas psicológicas relacionadas con el ingreseo en una UCI
Los pacientes que ingresan en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pueden manifestar diversas alteraciones psicológicas, consideradas generalmente como respuestas a la situación que vive el paciente en este tipo de unidades. Destaca la ansiedad, el estrés y la desesperación como los principales desórdenes afectivos manifestados por los pacientes críticos ingresados en una UCI, siendo su necesidad primaria la sensación de seguridad (Hewitt, 2002).
Además, se ha evidenciado que las vivencias experimentadas por los pacientes durante su estancia en la UCI pueden exacerbar los sentimientos de ansiedad producidos por la intervención y, consecuentemente, disparar las anomalías psicológicas conocidas como “síndrome de cuidados intensivos” (Scott, 2004), cuyos síntomas consisten en una fluctuación de los niveles de conciencia, pobre orientación, ilusiones y alucinaciones,
anomalías en el comportamiento que incluyen agresión, pasividad y negativismo y alteraciones de la memoria (Hewitt, 2002; Hughes et al, 2005), los cuales pueden llegar a incrementar la duración de la estancia hospitalaria.
Los mecanismos patogénicos del síndrome/delirio UCI todavía no se comprenden bien y continúa siendo un problema controvertido. Sin embargo, el desarrollo del síndrome parece depender de una compleja interacción entre los problemas psicológicos previos de los pacientes, el trauma psicológico infligido por la enfermedad, el estrés inducido por el ambiente, y el tratamiento y cuidado de la UCI (Granberg et al, 2002).
Entre los estresores más habituales (Novaes et al, 1997), el dolor es considerado el principal estresor, seguido de la dificultad para descansar y los sistemas de intubación, lo cual limita la comunicación y la capacidad de comer, y añade estrés a las privaciones ya experimentadas por los pacientes.
La percepción de pérdida de control es otro de los estresores relevantes.
Esta falta de independencia puede generar angustia y sensación de desamparo, y podría ser considerada la principal causa de inestabilidad psicológica en este contexto. Por último cabe reseñar que los pacientes refieren que entre los estresores más importantes se encuentra la percepción de pérdida del estado natural de libertad de movimiento.
Otros autores han identificado la falta de información como un estresor importante dentro de este contexto (Gómez-Carretero et al, 2007, 2008).
Muchos pacientes consideran que no están recibiendo explicaciones sobre el tratamiento y no saber qué va a pasar se convierte en un estresor, por lo que los autores consideran que cuando los pacientes se encuentran conscientes y bien adaptados prefieren conocer y participar en todas las decisiones del equipo médico.
Resumiendo, las intervenciones deben ir dirigidas hacia el alivio del dolor de los pacientes y la promoción de una atmósfera en la que sea posible el descanso, con menos luces, ruido y las menores interrupciones posibles.
Respecto a la falta de control de sí mismo, consideran que se debe ofrecer asistencia psicológica a los pacientes, así como una mayor cantidad de información sobre el tratamiento por parte de un equipo multidisciplinar, que les permita participar y sentirse involucrados en el proceso.
Por último, no debemos olvidar, en este contexto, la importancia de valorar a los familiares y amigos de los pacientes como un recurso en la prevención de estas alteraciones, ya que pueden ayudar a mantener la orientación de los mismos durante su estancia en la UCI. No obstante, también pueden verse afectados por la situación, por lo que sería conveniente realizar una valoración de sus necesidades y alteraciones psicológicas con el objetivo de proporcionarles un apoyo adecuado que les permita
ofrecer este tipo ayuda a los pacientes. (Gómez-Carretero, 2006)

4- Intervención psicológica en el paciente tributario de un ingreso en UCI y de sus cuidadores primarios
La situación que vive el paciente ingresado en una UCI, hace evidente la necesidad de la implementación de programas de atención psicológica destinados a la atención integral del paciente crítico, lo cual incluye también la asistencia a sus familiares o cuidadores primarios, durante el periodo crítico de la enfermedad que motiva su ingreso en una unidad de cuidados intensivos, así como durante el posterior proceso de recuperación.
Del mismo modo, se pone de manifiesto la necesidad de proporcionar un apoyo psicológico al equipo terapéutico que se encarga del cuidado de los pacientes críticos.
En cuanto a la intervención psicológica con pacientes críticos y sus cuidadores primarios, el Servicio de Anestesia, Reanimación y Terapéutica del Dolor plantea desarrollarla en los siguientes momentos:
1. Visita en preanestesia
En esta visita del paciente a la policlínica del Servicio de Anestesia, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SARTD), previa a una intervención quirúrgica, el anestesiólogo realiza una valoración de su situación clínica y realiza la indicación, en caso necesario, del ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) tras dicha intervención. Esta información es transmitida al paciente y a su cuidador primario, quienes pueden sufrir un impacto al percibir la gravedad de la situación.
En este momento se realizará una evaluación del paciente y de su cuidador primario, que permita establecer un perfil de ambos, así como identificar factores que puedan dificultar y también favorecer la adaptación a la situación con el fin de proporcionar una atención adecuada a los primeros como prevención de futuras alteraciones, y de potenciar los segundos. Para alcanzar este objetivo resulta de suma importancia el
establecimiento de una relación empática entre el profesional en atención psicológica y el paciente-cuidador primario, para lo que se emplearán las técnicas desarrolladas a tal efecto (escucha activa, aceptación incondicional,…), facilitándose de este modo, mediante la creación de un ambiente “seguro” dentro de un entorno hostil como es el caso del ámbito hospitalario, la expresión emocional (dudas, temores, etc.).
Entre los factores que dificultan dicha adaptación habría que valorar cuestiones como personalidad premórbida, alteraciones psicológicas previas, estrategias de afrontamiento inadecuadas, niveles de ansiedad y/o depresión elevados, etc. Por su parte, entre los factores favorecedores se encontraría contar con una adecuada red de apoyo social, contar con unos recursos y unas estrategias de afrontamiento adecuadas, etc.
En caso de detección de alteraciones emocionales que se prevea que pueden alterar el proceso de tratamiento y recuperación durante la posterior estancia hospitalaria, se programarán sesiones de psicoterapia durante el tiempo de espera hasta la intervención, con el objetivo de que, llegado el momento, el paciente y el cuidador primario se encuentren lo más estables y ajustados posible.
En este momento será positivo proporcionar una información general de lo que supone un ingreso en una UCI y de su funcionamiento, ya que permitirá a los pacientes y los cuidadores primarios tener una visión global que favorezca su posterior adaptación y reduzca sus niveles de incertidumbre acerca, por ejemplo, de si el paciente estará aislado durante su estancia en UCI, si podrán visitarle, etc. También en este momento se realizará una valoración de la cantidad y tipo de información que requiere cada paciente y cuidador primario, ya que, mientras hay personas que necesitan conocer tanta información como sea posible pues esto les permite conservar una cierta sensación de control en una situación en la que se ven abocados a adoptar un rol más pasivo, otras evitan conocerla debido a que tener una información detallada les produce un mayor estrés (Miller, 1995). De este modo, posteriormente podrá ofrecerse una información adaptada a las necesidades y capacidad de cada persona, aunque esta
valoración no será puntual, sino que se trata de un proceso dinámico, ya que a lo largo del proceso estas necesidades pueden ir cambiando y quien en el momento inicial prefiere no recibir demasiada información, puede demandarla a medida que avanza el proceso de recuperación.
Toda esta información será compartida con el equipo médico y de enfermería
(equipo terapéutico) que posteriormente tratará al paciente y estará en contacto con sus cuidadores primarios, con el objetivo de proporcionar a los mismos una atención óptima adaptada a sus características y necesidades desde un equipo multidisciplinar.
Esta evaluación no será posible en el caso de que el ingreso del paciente no sea programado, con lo que se pasaría a la intervención “durante el ingreso en la UCI”.
2. Antes del ingreso en la UCI
En el caso de estos pacientes programados, el ingreso hospitalario tiene
lugar con anterioridad a la intervención quirúrgica, siendo positivo
que tengan la oportunidad de expresar sus dudas acerca de los pasos
que se van a seguir p.e. antes de que se realice la misma, lo cual se verá
facilitado en base a la relación empática establecida previamente con el
profesional en atención psicológica. Además, también será positivo para
los cuidadores primarios que se les informe de ciertas cuestiones que les
permitan situarse y tener cierta sensación de control, como p.e.: duración
estimada aproximada de la intervención, si recibirán información por parte
del equipo de cirugía al finalizar la misma, ubicación de la UCI dentro
del hospital, si recibirán información del responsable de la unidad tras el
ingreso y estabilización del paciente, etc.
En este momento en que los niveles de ansiedad suelen ser elevados
debido a la preocupación generada por la inminente intervención quirúrgica,
será beneficioso tanto para el paciente como para el cuidador
primario un entrenamiento en técnicas de relajación junto con la práctica
de la respiración diafragmática, ya que estos ejercicios no requieren un
elevado grado de concentración, que puede resultar difícil de conseguir
en esta situación. Tras la práctica de estos ejercicios, se recomendará al
cuidador primario que los ponga en práctica durante el tiempo de espera
de la intervención.
Mediante la información recopilada acerca del perfil del paciente y el
cuidador primario, la valoración de sus necesidades, grado de comprensión,
etc., se podrá realizar un informe que ayude al equipo de profesionales
de la UCI a enfocar la información que les irán proporcionando posteriormente.
Esta información se comparte en las sesiones clínicas diarias
que se realizan en el Servicio con el resto del equipo.
Este tipo de intervención tampoco será posible en el caso de que el
ingreso del paciente no sea programado, con lo que se pasaría a la intervención
“durante el ingreso en la UCI”.
3. Durante el ingreso en la UCI.: Podemos diferenciar tres momentos
o situaciones:
3.1. El momento del Ingreso en la UCI. es un momento crítico dado que
el paciente pasa a una sala aislado de su entorno habitual, aislamiento
del que participa el cuidador primario dado que deja de tener la relación
continuada con el enfermo. Podemos diferenciar dos tipos de ingresos con
características diferentes:
A. Ingreso Programado
Tras la estabilización del paciente en la unidad, el/los anestesiólogos
de guardia informan a los cuidadores primarios de su situación actual
así como de las normas de funcionamiento de la unidad, los horarios de
visita, etc. Es importante en este momento de acogida de los cuidadores
primarios estar atentos a sus necesidades y su capacidad de comprensión
y asimilación de información, puesto que dado que sus niveles de estrés
se ven incrementados tras el tiempo de espera durante la intervención,
pueden verse afectados, por lo cual puede resultar beneficioso acompañar
la información verbal de un folleto escrito que les ayude a recordar lo que
se les ha explicado previamente.
Estos cuidadores primarios se beneficiarán de información referente
a cómo van a ver al paciente durante el horario de visita, ya que ver a
un ser querido intubado, con multitud de cables provinentes de aparatos
desconocidos para ellos, con tubos de drenaje, etc. puede suponer un
gran impacto.
Nuevamente basado en la relación empática establecida, se facilitará la
expresión emocional de los cuidadores primarios, poniéndose en práctica
de nuevo un entrenamiento en técnicas de relajación que ayude al cuidador
a controlar su nivel de ansiedad. En este momento los cuidadores
primarios ya conocen la relajación muscular progresiva, y han tenido la
ocasión de ponerla en práctica, aunque volverá a realizarse de un modo
guiado por el profesional en atención psicológica para profundizar en el
aprendizaje de la técnica.
Considerando esta situación como un evento estresante susceptible de
convertirse en traumático, se llevarán a cabo técnicas preventivas con el
objetivo de evitar el posterior desarrollo de un trastorno de estrés postraumático
(TEPT), el cual es frecuente en este tipo de ambiente, tanto
en pacientes (Cuthbertson et al, 2004)), como en cuidadores primarios
(Azoulay et al, 2005).
A este respecto, el desahogo del estrés por incidentes críticos (DEIC),
descrito inicialmente por Mitchell (1983), y otros modelos de desahogo
psicológico, como el debriefing (DP), han llegado a reconocerse como intervenciones
semiestructuradas diseñadas para reducir la angustia inicial
y prevenir el desarrollo de secuelas tardías (como el TEPT) después de
acontecimientos traumáticos, radicando su mecanismo de acción en la
facilitación del procesamiento emocional a través de la ventilación y normalización
de las reacciones y la preparación para posibles experiencias
futuras. Otros objetivos consisten en la identificación de los individuos
que pueden beneficiarse de un tratamiento más formalizado y ofrecerles
tal tratamiento junto con apoyo inmediato.
B. Ingreso No Programado
En este caso no ha habido oportunidad de mantener un contacto ni con
el paciente ni con los cuidadores primarios previo al ingreso en la unidad,
por lo que no contamos con el conocimiento de su perfil previo.
Las recomendaciones en estas circunstancias serían similares a las indicadas
en el caso de ingresos programados comentadas anteriormente.
No obstante, dada la situación de emergencia vivida por estos cuidadores
primarios, será necesario llevar a cabo una intervención psicológica en
crisis cuyo objetivo se centre en la estabilización de los cuidadores y la
progresiva concienciación y asimilación de la nueva situación, para lo cual
se realizará un seguimiento de los cuidadores.
La intervención en crisis estaría centrada en apoyar, potenciar y asesorar
a la víctima (en este caso a los cuidadores primarios) en sus esfuerzos
de adecuación psicológica y afrontamiento de las nuevas situaciones
y demandas que van surgiendo a raíz de los cambios producidos por la
situación vivida. Como indican Lorente et al. (2005), en estas situaciones
de crisis se deben reconocer dos fases que son: intervención de primera
instancia, que en la práctica se denomina primeros auxilios psicológicos
y la intervención en segunda instancia concebida más bien como terapia
multimodal en la crisis. Ambas son importantes para determinar una
eventual solución a la crisis.
En cuanto los primeros auxilios psicológicos, buscaremos por un lado
proporcionar apoyo, permitir que la persona hable para proporcionar una
atmósfera en la que el temor y la ira puedan expresarse, reforzando la
seguridad en la persona, que sólo está consciente de su propia debilidad
durante la crisis. En segundo lugar, reducir la probabilidad de conductas
autodestructivas durante la crisis. Y en tercer lugar, proporcionar enlace
con fuentes de apoyo que permita una adecuada atención continuada más
allá del momento de crisis en el que se interviene.
3.2. Durante la estancia en la UCI
Durante la estancia en la UCI del paciente, el cuidador primario tiene
restringidas las visitas, de modo que únicamente tiene la posibilidad de
verle a través de una ventana en una ocasión al día y de entrar en la unidad
para tener un contacto más cercano en otra ocasión diaria. Por este
motivo cobra mayor relevancia el momento de la información que diariamente
proporcionan los anestesiólogos de guardia acerca del estado del
paciente y de su evolución, ya que es el único momento en que los cuidadores
reciben este tipo de información, la cual debe ser clara, honesta y
adaptada a las necesidades y capacidad de comprensión y asimilación del
receptor de la misma, las cuales habrían sido evaluadas con anterioridad
en el caso de los ingresos programados y deberían ser evaluadas en los
no programados. Además, resulta de especial importancia procurar ofrecer
una información carente de inconsistencias o contradicciones entre
los distintos profesionales que cada día ven a los cuidadores, ya que esta
situación genera una sensación de no saber qué está pasando realmente
en los mismos.
En este período se llevará a cabo una intervención con los cuidadores
destinada a favorecer la reducción de sus niveles de distrés emocional
(ansiedad, preocupación, desesperanza, confusión, miedo, ira,…) mediante
técnicas psicológicas específicamente desarrolladas para la atención
de cada problema concreto, lo cual ayudaría a mejorar su capacidad de
atención durante las visitas con los anestesiólogos de guardia y facilitaría
la relación entre ambos. Esta intervención se focalizará en los problemas
particulares manifestados por cada cuidador primario, aunque su objetivo
fundamental, mediante la aplicación de técnicas basadas en modelos cognitivos
de intervención se centraría en el establecimiento de unas expectativas
adaptadas y realistas sobre la situación, para lo que será necesario
detectar creencias irracionales, pensamientos automáticos negativos,
anticipaciones, etc. y promover una reestructuración cognitiva. En el caso
de pacientes muy graves en los que sea previsible su fallecimiento, se
trabajará con sus cuidadores primarios el duelo anticipado.
En cuanto a los pacientes ingresados en estas unidades, cuando se
encuentran conscientes, la intervención se centrará en favorecer la orientación
tempo-espacial, así como en el control de sus niveles de ansiedad,
intentando focalizar su atención en su proceso de recuperación. En este
caso, la intervención a nivel cognitivo se encontrará más limitada, dado
que tanto el propio estado del paciente, así como la medicación empleada
en este tipo de unidades, tienden a dificultar el procesamiento de la información
debido a los niveles fluctuantes de conciencia que experimenta.
Es por ello, que dependiendo de la situación concreta de cada paciente,
se implementarán técnicas que requieran una menor elaboración cognitiva
(relajación p.e.), o se llevará a cabo una intervención psicológica más
específica, en los casos en que sea posible, centrada en la atención de los
posibles trastornos adaptativos que puedan aparecer, con el objetivo de
facilitar el ajuste del paciente a su situación, para lo cual será necesaria
la aplicación de técnicas de reestructuración cognitiva.
3.3 Alta de la UCI
El Alta de una Unidad de Cuidados Intensivos se da, fundamentalmente
por dos razones. O por el traslado a una sala hospitalaria, o por el exitus
del paciente.
El traslado a una sala hospitalaria puede percibirse, tanto por el paciente
como por el cuidador primario, como un paso negativo debido al
abandono de un ambiente que, aunque agresivo, es considerado seguro,
puesto que en él se realiza un control más exhaustivo de la situación del
paciente y se detectan con mayor rapidez las posibles complicaciones que
puedan aparecer. Por ello, en este caso el objetivo de la intervención irá
destinado a preparar al paciente y a su cuidador primario para el traslado,
tratando de focalizarles en los aspectos positivos del mismo (p.e.:
supone un paso positivo en el proceso de recuperación dado que dejan
de considerarse necesarias las medidas de control continuo empleadas en
esta unidad, permite a los cuidadores permanecer con el paciente en la
sala, se reduce el riesgo de contraer infecciones propias de este tipo de
ambiente, etc.). Así mismo, será de gran importancia que en el momento
del alta de la unidad se proporcione una información acerca de las características
de la sala a la que va a ser trasladado, la evolución previsible
del paciente en la sala, qué problemas podrían aparecer y qué tendrían
que hacer en tal caso, etc. De este modo se potenciaría la implicación de
pacientes y cuidadores en el proceso de recuperación.
En el caso del exitus del paciente, cabría remarcar la importancia
de mantener a los cuidadores primarios adecuadamente informados
acerca del previsible mal pronóstico del paciente (en los casos en que
es posible anticiparlo), y asegurarse de que lo han comprendido, pues
ello, como se ha comentado anteriormente, facilitará la posterior elaboración
del duelo. En los casos en que haya sido posible, ya se habrá
comenzado a trabajar en este momento el duelo anticipando de los cuidadores
primarios, quienes recibirán durante todo el proceso el apoyo
psicológico necesario y realizando un seguimiento del mismo en sus
diferentes fases.
4. Tras el alta de la UCI
Una vez trasladados a la sala de cuidados generales, el paciente y su
cuidador primario han de adaptarse a la nueva situación, y en este sentido,
será positivo realizar un seguimiento que refuerce las estrategias
puestas en funcionamiento durante las fases previas de intervención.
En el caso de los pacientes, se llevará a cabo en este momento la técnica
del debriefing (terapia psicológica breve para intervención en crisis)
como una medida preventiva del TEPT.
Así mismo, al igual que es beneficioso preparar a pacientes y cuidadores
para el traslado a la sala, también lo será prepararles para el alta
hospitalaria y la vuelta a casa, para lo cual, vuelve a resultar esencial
la información, que en este momento se encontrará más relacionada
con cuestiones acerca de las actividades que se pueden y no se pueden
hacer, qué pautas de alimentación son recomendables, de qué modo
puede intervenir el cuidador primario para facilitar el proceso, posibles
complicaciones que pueden aparecer, qué aspectos hay que valorar para
considerar que una complicación precisa una asistencia al hospital para
el control de la misma, etc. Además, se realizará una evaluación de
las estrategias y recursos disponibles en su ambiente con el objetivo
de detectar aquellos factores que pudieran obstaculizar o dificultar la
progresiva adaptación al entorno habitual y proporcionar el apoyo más
adecuado a cada situación.

11/02/2011

Acido tranexamico en el tratamiento de pacientes con shock hemorragico traumatico

En un estudio aleatorizado, controlado con placebo y doble ciego, el CRASH 2, ha concluido, tras incluir a 20.211 traumatizados, que el ácido tranexámico reduce significativamentela mortalidad, tanto la global como la específicamente ligada a la perdida sanguínea severa. Se considera que este es un avance terapéutico significativo, ya que por primera vez un fármaco se ha mostrado capaz de disminuir la letalidad del shock hemorrágico traumático.

Las últimas recomendaciones del CoTCCC lo incluyen en la fase de Tactical Field Care "Ácido Tranexámico (ATX/TXA): Si se prevé que un herido va a requerir una transfusión sanguínea significativa (por ejemplo: presenta shock hemorrágico, una o más amputaciones importantes, trauma penetrante en dorso, o evidencias de sangrado severo) - Administrar 1 gr de ácido tranexámico diluido en 100 cc de Salino Normal o Ringer Lactato lo más pronto posible,pero NO más tarde de 3 horas de haberse producido la lesión. Comenzar con una segunda infusión de 1 gr de ATX/TXA después del tratamiento con Hextend o con otro tipo de fluido. "

Efectos del ácido tranexámico sobre la mortalidad, eventos oclusivos vasculares y
transfusiones de sangre en pacientes con traumatismos con hemorragias significativas
(CRASH-2): estudio aleatorio, controlado con placebo
Colaboradores en el ensayo CRASH-2
Resumen
Antecedentes
El ácido tranexámico puede reducir las hemorragias en pacientes que serán sometidos a cirugíaelectiva. Evaluamos los efectos de la administración anticipada de un tratamiento de corta duración con ácido tranexámico sobre la mortalidad, los eventos oclusivos vasculares y la administración de transfusiones de sangre en pacientes con traumatismos.
Métodos
Este estudio controlado aleatorio se realizó en 274 hospitales distribuidos en 40 países. Se asignó en forma aleatoria un total de 20.211 pacientes adultos con traumatismos, con riesgos o no de tener una hemorragia significativa dentro de las 8 horas de la lesión al tratamiento con ácido tranexámico(dosis de carga 1 g durante 10 min. y luego infusión de 1 g en 8 horas) o placebo en forma similar.
La distribución aleatoria se equilibró en cada centro, con una secuencia de asignaciones basada en un tamaño de bloque de ocho, generado por un generador de números aleatorios por computadora.
Tanto los participantes como el personal del estudio (investigadores del centro y personal del centro que coordinaba el estudio) desconocían la asignación de los tratamientos. El principal resultado fue
la mortalidad en el hospital dentro de las 4 semanas de ocurrida la lesión, que se describió con las siguientes categorías: hemorragia, oclusión vascular (infarto de miocardio, accidente cerebrovascular y embolia pulmonar), falla multiorgánica, lesión en la cabeza y otros. Todos los análisis se realizaron con intención de tratar. Este estudio está registrado como ISRCTN86750102, Clinicaltrials.gov NCT00375258, y Registro de Estudios Clínicos Sudafricano DOH-27-0607-1919.

Hallazgos

Se asignaron 10.096 pacientes al tratamiento con ácido tranexámico y 10.115 al tratamiento con placebo, de los cuales se analizaron 10.060 y 10.067, respectivamente. La mortalidad por cualquier
causa se redujo significativamente con el tratamiento con ácido tranexámico (1463 [14,5%] del grupo que recibió ácido tranexámico comparados con 1613 [16,0%] del grupo que recibió placebo; riesgo relativo 0,91, 95% CI 0,85–0,97; p=0,0035). El riesgo de muerte debido a hemorragias se redujo significativamente (489 comparado con 574; riesgo relativo 0,85, 95% CI 0,76–0,96; p=0,0077).

Interpretación

En este estudio el ácido tranexámico redujo con seguridad el riesgo de muerte en pacientes con traumatismos hemorrágicos. En base a estos resultados, debe considerarse la utilidad del ácido tranexámico en pacientes con traumatismos hemorrágicos.

Financiación

Programa de Evaluación de Tecnologías para la Salud del NIHR del Reino Unido, Pfizer,
Fundación BUPA y J P Moulton Charitable Foundation