1/20/2010

EL EFECTO DE LOS "PAYASOS DE HOSPITAL" EN EL MALESTAR PSICOLÓGICO Y LAS CONDUCTAS DESADAPTATIVAS DE NIÑOS Y NIÑAS SOMETIDOS A CIRUGÍA MENOR

Victoria Meisel(1), Karin Chellew(1), Esperança Ponsell(1), Ana Ferrerira(2), Leonor Bordas(2) y Gloria García-Banda(1)
(1)Universidad de las Islas Baleares y (2)Asociación Sonrisa Médica

Se estima que entre el 50% y el 75% de la población infantil que se somete a cirugía experimenta altos niveles de malestar y estrés durante su hospitalización (Kain, Wang, Mayes, Krivutza y Teague, 2001; Pedroche, Quiles, Méndez y Ortigosa 1998). Estos elevados niveles de ansiedad, antes y después de la operación, pueden ocasionar al niño problemas psicológicos y fisiológicos incluso días después de la experiencia de hospitalización (Kain et al., 2004).

En la actualidad, el humor y la risa son estrategias conductuales muy utilizadas para reducir el miedo, el estrés y la ansiedad en el ámbito hospitalario. La intervención de los payasos de hospital es uno de los programas que emplea el humor para reducir este malestar psicológico. En muchos países del mundo, miles de niños reciben la visita de los payasos durante su hospitalización (Koller y Gryski, 2007). Sin embargo, son escasos los estudios empíricos que se han dedicado a comprobar la eficacia de sus intervenciones. Por ello, nuestro grupo de investigación de la Universidad de las Islas Baleares (UIB), junto con la Asociación de la Sonrisa Médica, llevó a cabo un estudio en el Hospital Universitario Son Dureta de Palma de Mallorca para evaluar el efecto de la intervención de los payasos de hospital sobre el malestar psicológico preoperatorio y las conductas desadaptativas postoperatorias de los niños que van a ser intervenidos quirúrgicamente.




Inicialmente, se contactó con los padres y madres de 282 niños en la consulta del anestesista, que ya habían dado su consentimiento para colaborar en el estudio. De la muestra total de participantes, se obtuvieron datos completos de 61 niños. La pérdida del resto de participante se debió a diferentes razones: algunos de los niños no fueron operados, ciertos niños llegaban muy tensos al pre-quirófano y su estado de ánimo les impedía contestar las pruebas, en varios casos no se pudo contactar telefónicamente con los padres para registrar la conducta del niño una semana después de la operación, entre otras situaciones. Los participantes fueron asignados al grupo experimental (intervención de payasos) o al grupo control (procedimiento habitual del hospital), como se detalla en las siguientes tablas.




Los resultados indicaron que la intervención de los payasos de hospital no disminuyó de manera significativa el malestar de los niños sometidos a intervenciones de cirugía menor. Es interesante señalar que el estado de ánimo de todos los participantes (grupo experimental y grupo control) empeoró a medida que pasaba el tiempo de espera antes de la operación.

Cuando se analizó el efecto de los payasos sobre las conductas desadaptativas medidas una semana después de la operación, no se encontró ninguna diferencia entre los grupos que reciben y que no reciben payasos. Sin embargo, se puede observar que en el grupo que recibe payasos hay una disminución de estas conductas desadaptativas cuando se comparan con las conductas que tenían antes de ser operados (no obstante, no llega a la significación estadística).

Al realizar algunos análisis teniendo en cuenta la variable edad -para ello, se agruparon a los niños en tres grupos distintos (3-5 años, 6-8 años y 9-12 años)-, se encontraron resultados muy interesantes. Mientras que los niños pequeños (3-8 años) no se beneficiaban de los payasos, los niños mayores (9-12 años) mostraron una mejora significativa de su malestar cuando recibían la actuación de los payasos.

En consecuencia, parece que los resultados obtenidos plantean tres cuestiones fundamentales: (1) El hecho de que todos los niños aumenten su malestar sugiere que a medida que pasa el tiempo el estado de ánimo de los participantes empeora. Por ello, es probable que la intervención más recomendable en este momento sea reducir el periodo de espera administrando la anestesia al infante lo antes posible. (2) Los niños mayores que son sometidos a cirugía menor son los que parecen beneficiarse de la intervención de los payasos de hospital. (3) Se puede observar que los payasos no tienen un efecto sobre el malestar psicológico del niño en el pre-quirófano, en cambio esta intervención podría resultar eficaz en otros contextos del período de hospitalización, por ejemplo: durante procedimientos quirúrgicos invasivos, durante la administración de vacunas o extracciones de sangre, en las habitaciones durante largos períodos de hospitalización, etc.

En conclusión, dado que los payasos de hospital son una presencia cada día más frecuente en los hospitales de todo el mundo, sería necesario que los estudios futuros incluyesen muestras más numerosas que permitan identificar un perfil del niño (en función de la edad, sexo, tipo de cirugía, nivel de malestar inicial, etc.) que puede beneficiarse de esta intervención. Asimismo, determinar en qué contextos del período de hospitalización la intervención de los payasos es eficaz. Por último, este estudio no ha evaluado la influencia de la presencia de los padres. Sería conveniente realizar estudios controlados que evalúen la intervención de los payasos estando y no estando presentes los padres para determinar si los payasos de hospital deben ser una intervención complementaria o alternativa a la presencia de los padres.

El artículo original puede encontrarse en la revista Psicothema:
Meisel, V., Chellew, K., Ponsell, E., Ferreira, A., Bordas, L. y García-Banda, G. (2009). El efecto psicológico de los "Payasos de Hospital" en el malestar psicológico y las conductas desadaptativas de niños y niñas sometidos a cirugía menor. Psicothema, 21, 604-609.

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