6/23/2009

La obesidad es una mala compañía en el coche



Javier Costas => http://www.circulaseguro.com/
Aquellos ocupantes de un automóvil que padecen exceso de peso se dan cuenta antes que nadie de si la habitabilidad de un coche es buena o mala. El mejor ejemplo que conozco es un amigo que, midiendo dos metros, pesa 150 kilos. Le cuesta bastante acomodarse en un turismo normal a causa de su morfología.

Se ha demostrado que la obesidad puede beneficiar las posibilidades de supervivencia cuando hablamos de una colisión lateral, al estar las partes vitales del cuerpo humano más protegidas. Sin embargo para todo lo demás, el sobrepeso no es nada bueno. Lo dice Jeff Crandall, uno de los mayores expertos del mundo en biomecánica de impacto aplicada.

Partamos del supuesto de que los ocupantes llevan siempre el cinturón de seguridad abrochado. Recordemos que, en un accidente, la masa de nuestros cuerpos sin retención tiende a seguir en movimiento, el resultado es mucho más del peso normal del cuerpo.

Para que se vea de forma gráfica, un adulto de peso normal impacta contra el asiento delantero si va detrás con el peso de un elefante adulto. Está claro que al haber más masa a la misma velocidad se produce mayor fuerza en el impacto. A fin de cuentas, el peso es una fuerza, la masa sigue siendo la misma.

Con los cinturones de seguridad el problema es que se han diseñado para la mayoría de la población, por lo que un sujeto obeso no irá igual de bien sujeto que uno más delgado. Por otra parte, la capa de grasa al comprimirse siempre resta eficacia al cinturón, como vestir ropa muy holgada. También pueden afectar seriamente al cuello si la altura del cinturón no es la adecuada (no se puede regular en todos los modelos).

Si el cinturón se sube por encima de la pelvis por un mal ajuste o por la morfología, existe un grave riesgo de lesiones internas. Además de todo lo dicho, el rescate de una persona siempre es más complicado cuanto más grande es. Aunque moleste un poco, el cinturón SIEMPRE debe ir ceñido al cuerpo, con la banda horizontal cubriendo la pelvis. Si va suelto, peor para nosotros.

Los conductores obesos forzosamente tienen su cuerpo más cercano al volante y el airbag, y cuanto más cercano está el airbag, más riesgo existe de lesiones. Cuando se es pasajero, lo suyo es que el más obeso se coloque en el asiento del copiloto y lo más retrasado posible respecto al salpicadero.

Si reducir el índice de masa corporal (IMC) es beneficioso para la salud en términos generales, sobre todo para evitar enfermedades cardiacas, hacerlo de cara al automóvil es doblemente beneficioso.

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