5/25/2009

Cervezas light, cervezas sin alcohol y cervezas 0,0




Josep Camós

El calor ya ha llegado. La semana pasada las playas de nuestro país se llenaban de gente ávida de lucir bronceado, que el invierno ha sido frío y lluvioso y apetece quitarse la ropa. Y para rehacernos del sol, nada mejor que una buena cervecita a la sombra, que la vida son cuatro días y la mitad nos la pasamos durmiendo o sufriendo la crisis.

Hasta ahí, todos estamos de acuerdo. La vida hay que vivirla. Sabemos también que una cerveza normal y corriente contiene alcohol: alrededor del 6% de lo que tomamos es alcohol puro y duro. Y también sabemos que, incluso en bajas proporciones, el alcohol es enemigo irreconciliable de la seguridad vial. Además, suele ocurrir que las bebidas que percibimos como inocuas por su bajo contenido de alcohol son las que consumimos en mayor medida, de manera que una cosa va por la otra. De media, dos cervecitas bastan para perder las facultades necesarias para conducir con seguridad.

Siendo así las cosas, la opción más socorrida por los conductores conscientes de los riesgos del alcohol consiste en echar mano de las cervezas sin alcohol, las cero-cero, las light… De todas formas, hay que tener claro que una light no es lo mismo que una sin y que una sin no es lo mismo que una 0,0. Hoy les daremos un repaso a todas ellas gracias a una comparativa realizada por la Revista Consumer, y veremos que algunas de ellas no nos convienen cuando estamos al volante.

Quizá lo primero sería esbozar en qué medida la cerveza afecta al conductor. El siguiente cuadro nos muestra la tasa de alcoholemia aproximada que alcanza una persona al ingerir esta bebida. Hay que tener en cuenta que estos números son orientativos, estadística pura en realidad, y que los datos pueden variar dependiendo de la constitución de la persona, de su sexo, edad y peso, de si ha tomado o no alimentos, de si ha combinado la cerveza con otras bebidas, del momento del día en que ha bebido, de la rapidez con que ha bebido… La lista de variables es enorme, pero los valores de referencia en gramos de alcohol por litro de sangre vienen a ser estos:

Y aquí tenemos una tabla (arriba) que nos indica en qué grado la alcoholemia afecta a los reflejos del conductor, a sus reacciones, a sus actitudes y, llegando al extremo, a partir de qué tasa de alcoholemia se roza el coma etílico y la muerte:

Que a partir de una tasa de alcoholemia que se percibe como “mínima”, el organismo se ve afectado por el alcohol ya que los reflejos de la persona que ha bebido disminuyen.

Que la tasa máxima de alcoholemia permitida en España, 0,5g/l, equivale a circular con euforia, sin miedo a nada y con la capacidad de reacción mermada por la bebida. Un combinado menos que recomendable

Y, ahora sí, veamos qué nos pueden ofrecer las cervezas light, las “sin” y las 0,0 según la comparativa de producto realizada por la Revista Consumer.


¿Qué es una cerveza light?

Contrariamente a lo que aseguran las leyendas nutricionales, la cerveza no es un alimento. La cantidad de proteínas, carbohidratos y nutrientes en general que se encuentran en una cerveza es poco relevante. Como mucho, se puede considerar una fuente de ácido fólico. Eso sí, como todos sabemos resulta un refresco diurético debido a su aporte de potasio y la baja concentración de sodio que presenta.

En cualquier caso, una cerveza light aporta menos calorías al organismo que una cerveza convencional. Sin embargo, el resto de cervezas de la comparativa, sin exhibir la etiqueta “light”, resultan menos energéticas que estas. Curioso, ¿verdad? En cualquier caso, como lo que procede aquí es ver qué cantidad de alcohol lleva cada una de estas variedades, diremos que en la comparativa realizada por la Revista Consumer se muestran dos cervezas light que contienen alcohol en un 2,4% y 3,5% de su volumen.

¿Qué es una cerveza sin alcohol?

Para ir bien, una cerveza sin alcohol debería llamarse “sin tanto alcohol”. La comparativa muestra unas concentraciones de alcohol en un 0,8% 0,9% y 0,7% dependiendo de la marca analizada. Valores todos ellos inferiores al 1%, por tanto, que es lo que la Ley exige para que una cerveza pueda denominarse “sin”.

Evidentemente un 1% es un porcentaje pequeño y habría que ser muy exagerado bebiendo para que ingiriendo cerveza “sin” se experimentaran los mismos efectos que tomando cerveza convencional, pero en cualquier caso vale la pena tener en cuenta que “sin” no es sinónimo de “ausencia de alcohol”. En el análisis comparativo las cervezas sin alcohol son las que aparecen como mejor valoradas por los consumidores en cuanto al sabor.

¿Qué es una cerveza 0,0?

En principio, una cerveza 0,0 es la que mejor asegura la práctica ausencia de alcohol en su composición. En la comparativa que ofrece la Revista Consumer encontramos desde valores inferiores a 0,01% hasta el 0,07%. Sin duda, esta es la alternativa a la cerveza convencional que resulta más compatible con la seguridad vial.

Al final, se trata de poder conjugar el placer de disfrutar de vez en cuando de un merecido refresco sin ponernos en peligro ni a nosotros mismos ni al resto de la gente que nos encontramos por el camino. Por eso, si no nos decantamos por ninguna de estas variedades de cerveza y nos remitimos al zumo de lúpulo convencional, más vale que no nos pongamos después al volante. En resumidas cuentas, la vida está hecha para vivirla, ¿no? Pues eso.

Fuente | Revista Consumer

Foto | mei294, Victoria Peckham, Y0si, palm z

Gráficos | Josep Camós

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