6/08/2008

El vino tinto puede retrasar el envejecimiento y protege el corazón.



Washington, 4 jun (EFE).- Pequeñas dosis de una enzima presente en el vino tinto pueden contribuir a retrasar el envejecimiento y a proteger el corazón, según un estudio de la Universidad de Wisconsin publicado hoy.
Durante mucho tiempo, los científicos se han preguntado cómo es que los franceses, españoles e italianos tienen una mejor salud cardiovascular que los estadounidenses, cuando al otro lado del Atlántico la dieta incluye comidas con alto contenido de grasas.
La respuesta, según el estudio, radica en el resveratrol, un activador de una familia de enzimas llamadas sirtuinas, que es un componente natural de las uvas, las granadas, el vino tinto y otros alimentos.
El artículo, publicado esta semana en la revista de internet Public Library of Science (PLoS), sostiene que dosis bajas de resveratrol en la dieta de ratones de edad mediana tienen una amplia influencia en los mecanismos genéticos del envejecimiento y pueden conferir una protección especial al corazón.
Específicamente los investigadores encontraron que el resveratrol imita los efectos de lo que se conoce como restricción calórica, esto es las dietas con un 20 a 30 por ciento menos calorías que la dieta típica.
Numerosos estudios han determinado que este tipo de dietas prolonga la vida y aminora los efectos del envejecimiento.
"Esto acerca la dosis de resveratrol al nivel del consumo real", indicó el autor principal del artículo, Richard Weindruch, profesor de medicina en la Universidad de Wisconsin e investigador en el Hospital William S. Middleton Memorial para Veteranos.
Otros estudios anteriores habían mostrado que una dosis elevada de resveratrol extiende la vida en invertebrados y previene la mortalidad temprana en ratones a los que se administró una dieta con elevado contenido de grasas.
El nuevo estudio, en el cual trabajaron investigadores de universidades y de la industria vinícola, extiende esas conclusiones y muestra que el resveratrol, en dosis bajas y a partir de la edad mediana, puede proporcionar muchos de los beneficios atribuidos a las dietas de reducción calórica.
"El resveratrol es activo en dosis mucho más bajas que lo pensado, e imita una fracción significativa de la restricción calórica a nivel de expresión genética", señaló Tomás Prolla, profesor de genética en la UW, y autor principal del estudio.
El grupo exploró la influencia del agente sobre el corazón, los músculos y el cerebro, analizando los cambios en la expresión genética en esos tejidos.
Un vaso de vino, comidas o suplementos alimenticios que contengan dosis aún pequeñas de resveratrol probablemente "representan una intervención robusta para retardar el envejecimiento cardíaco", agregaron los autores.

Versión química de extracto del vino tinto puede combatir la diabetes tipo 2

El resveratrol es un extracto de vino tinto, conocido por reducir el daño que provocan las dietas grasas en ratones , combatiendo enfermedades relacionadas con el exceso de peso. Para que tuviera efecto en humanos, sería necesario consumir muchos litros de vino, que tendrían efectos dañinos para nuestro organismo. Ahora, unos científicos han desarrollado unos fármacos que imitan los efectos del resveratrol en dosis mucho más reducidas. Estos fármacos han demostrado su efectividad en el tratamiento de la diabetes de tipo 2 en ratones y, a mediados de 2008, comenzarán las pruebas con humanos. Podrían ser una alternativa a antidiabéticos como el Avandia que reducen los niveles de azúcar en sangre.

En ratones, el resveratrol mantiene sus hígados sanos y con niveles bajos de insulina. Los científicos creen que es debido a su habilidad para activar una proteína que afecta al metabolismo, denominada Sirt1. El equipo científico localizó varios compuestos químicos que activan el Sirt1 en dosis mucho pequeñas que las que necesita el resveratrol. Uno de estos compuestos, el SRT1720, ha demostrado ser mil veces más efectivo en las pruebas bioquímicas realizadas. Los científicos dieron una pequeña dosis de SRT1720 a ratones obesos, y en ellos los niveles de azúcar en sangre descendieron en comparación con los de los ratones a los que no se aplicó el tratamiento. También se compensó el índice de sensibilidad insulínica.
Estos científicos desconocen si el STR1720 tendrá el mismo efecto en humanos para combatir la diabetes tipo 2.

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